«Por eso voy a seducirla; la llevaré al desierto y hablaré
a su corazón». Oseas 2:14.
Hay palabras que están cargadas con una significación negativa, aunque su sentido no tendria por que ser así. Uno de esos vocablos es «seducción».
La expresión tiene la connotación de atraer, así como un imán atrae a un metal. Se la usa casi exclusivamente en un contexto sexual, aunque puede bien utilizársela en otros ámbitos; por ejemplo, cuando un profesor seduce a sus alumnos con una clase atractiva.
He escuchado a más de un profeso cristiano referirse desdeñosamente a la seducción como algo maligno en sí. Eso es simplemente una exageración que confunde las cosas.
De hecho, cuando una pareja está felizmente casada, tanto el esposo como la esposa deben aprender a usar el juego de al seducción. El que un varón sea invitado de diversas formas a tener vida sexual es algo que produce una gran cuota de alegría y felicidad en el interior de la pareja. Del mismo modo, si una esposa es cortejada de tal forma que su esposo se esmera en demostrarle cuán importante es ella, se sentirá no solo deseada sino también alegremente hermosa.
La seducción es necesaria y fundamental. Una pareja de esposos que no juegan el hermoso juego de seducirse mutuamente corre el riesgo de estropear su relación convirtiéndola en algo rutinario, carente de vida y fofo.
¿Cómo seducir? Comiencen pensando en lo que le agrada al otro. Utilicen la ropa adecuada … una esposa no va a acostarse con un abrigo o la cabeza llena de ruleros si quiere que el esposo se fije en ella.
Hay pueblos mal llamados «primitivos’: que enseñan el arte de la seducción. Lamentablemente, en la sociedad occidental reprimida por conceptos cristianos distorsionados eso no se ha transmitido; al contrario, se ha presentado la sexualidad con un manto de sospecha.
Sin embargo, ese es un exceso que nada tiene que ver con el hermoso diseño creado por Dios.
Seducir es un arte y dejarse seducir es una cortesía amorosa. Quienes viven con plenitud esta sensación de atrapar y sentirse atrapados en una red de amor hacen de sus vidas algo agradable y nunca rutinario.
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¿Estás practicando el juego de la seducción? ¿Entiendes la importancia de hacer sentir a tu cónyuge como una persona deseable y atractiva?
Miguel Ángel Núñez: Escritor – Conferenciante – Orientador y mediador familiar – Docente y Teólogo. Chileno / Argentino, Profesor universitario. Ha dado clases en Chile, Argentina, Perú y México. Ha sido profesor invitado para universidades de Colombia, Ecuador, Venezuela, España, EE.UU. y El Salvador. Ha publicado a la fecha 54 libros en castellano, inglés y portugués.
