Respondiendo Jesús, les dijo: ¿Veis todo esto? De cierto os digo, que no quedará aquí piedra sobre piedra, que no sea derribada. Mateo 24:2
Por estos días la comunidad científica está muy preocupada del avance incontenible del Ebola, la grave epidemia que comenzó en África en el año 1976 pero que ya ha cruzado las fronteras de Europa y de los Estados Unidos.
Aun cuando el subsecretario de Salud Pública, Jaime Burrows, dice que el país cuenta al menos con 29 hospitales públicos capacitados para atender y aislar un posible caso, Jeannette Dabanch, presidenta de la Sociedad Chilena de Infectología (Sochinf), no piensa igual. Dice que el país no tiene experiencia en enfermedades que producen fiebre hemorrágica, por lo que costaría mucho identificar los síntomas y dado que los propios médicos y científicos no han podido descubrir cómo evitar la propagación de esta grave enfermedad hemorrágica, no ha sido posible crear protocolos efectivos para evitarla.
En los Estados Unidos ha surgido la iniciativa de cerrar fronteras a viajeros que procedan de los países de África, y así también ya han cerrado fronteras Senegal con Guinea, Sudáfrica con los países afectados con abola, Camerún con Nigeria, y también Costa de Marfil. Y el Alto mando militar estadounidense señaló que si el ébola llega a América Latina causará ola migratoria hacia los Estados Unidos, dado que «los países de los que estamos hablando no tienen casi capacidad de hacerle frente, en particular Haití o Centroamérica»
De esta manera en España ya han fallecido 2 personas, la enfermera que los atendió adquirió esta enfermedad y en EEUU ya ha fallecido una persona. En África ya van 3.500 muertos, los países afectados son: Liberia, con 2.069 muertes contabilizadas, seguido de Guinea, con 739 muertos y Sierra Leona, con 623 casos, en Nigeria 8.
Todo lo anterior me hace reflexionar, si desde el año 1976 en que apareció esta terrible enfermedad aún los científicos no han hallado una solución, esto es realmente es algo singular y preocupante, es, posiblemente una gran amenaza para la humanidad, y esto me lleva una vez más a pensar en el texto bíblico con las palabras de nuestro señor Jesús, cuando se refiere a las señales que habrán antes que El venga de nuevo a nuestro mundo en los finales de los tiempos;
“Porque se levantará nación contra nación, y reino contra reino; y habrá pestes, y hambres, y terremotos en diferentes lugares.” (Mateo 24:7)
Traduciendo esta profecía escrita hace 2000 años atrás, la situación es esta:
- Nación contra nación = Guerras hace menos de 100 años tuvimos las dos Guerras mundiales más grandes de la humanidad.
- Pestes: estas son las más conocidas en nuestros tiempos:
Peste Asiática, 1968. Peste de Hong Kong, 1976. EBOLA. La peste más mortal hasta ahora conocida con un 90% de mortandad a quien la contrae, 1977. Gripe Rusa, 1980. SIDA
2002. Gripe A (H1N1) - Terremotos: Estos están ocurriendo en todo el mundo incluido nuestro país. Recordemos los más importantes, Chile, Japón y Sudeste asiático con un gran maremoto.
Querido lector, no es mi deseo alarmar ni crear confusión, solo me remito a los hechos actuales, y, con el mayor deseo de animarte te cito las escrituras:
“Entonces aparecerá la señal del Hijo del Hombre en el cielo; y entonces lamentarán todas las tribus de la tierra, y verán al Hijo del Hombre viniendo sobre las nubes del cielo, con poder y gran gloria.Y enviará sus ángeles con gran voz de trompeta, y juntarán a sus escogidos, de los cuatro vientos, desde un extremo del cielo hasta el otro.” (Mateo 24:30-31)
Sé que en los tiempos que vivimos cuesta creer en las escrituras, pero creo que es importante decirte que Dios te ama y El desea que estés preparado cuando El venga por segunda vez.
Te invito a ver este reportaje de National Geografic para tu mejor comprensión.
Rafael Arriaza, es Chileno / Español, MBA en Economía por la U. Autónoma de Madrid y Empresario en Chile