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SIMULACRO DE INCENDIO

Velad, pues, porque no sabéis a qué hora ha de venir vuestro Señor. Pero sabed esto, que si el padre de familia supiese a qué hora el ladrón habría de venir, velaría, y no dejaría minar su casa. Por tanto, también vosotros estad preparados; porque el Hijo del Hombre vendrá a la hora que no pensáis (S. Mateo 24:42-44).

La idea de un incendio en la casa me llena de temor, así como también la posibilidad de un incendio natural a gran escala. Varias organizaciones han tomado medidas preventivas para preparar a la gente para un siniestro tal. Así como en los simulacros, siempre nos estamos preparando para la vida. Vamos a la escuela para adquirir educación, conocimientos y habilidades; caminamos por las huellas de nuestros mayores para prepararnos para relaciones interpersonales y encontrar así nuestro camino hacia la madurez.

En caso de un incendio inminente, los simulacros de incendio y otras medidas precautorias disminuyen la posibilidad de lesiones y ayudan a las personas a saber qué es lo que deben hacer. Nuestras decisiones y prácticas nos ayudarán de gran manera en tales emergencias.

Tuve una experiencia con un simulacro de incendio. El sonido de la sirena podía oírse por los pasillos, mientras las chicas se apresuraban a evacuar el dormitorio. Se nos había avisado a todas, para que estuviéramos alerta. Era la hora, y los bomberos estaban entrando en las instalaciones. Desgraciadamente, aunque habían sido advertidas, algunas no estaban preparadas. Algunas chicas corrían para recoger objetos que habían dejado; otras corrían con pánico. Las chicas bajo mi cuidado habían aprendido cómo reaccionar en momentos de crisis. Desafortunadamente, no todas estaban interesadas; no les importaba formar parte de lo que estaba sucediendo y lo veían como una pérdida de tiempo. La presencia de la preceptora hizo la  diferencia, y en cuestión de segundos todas estaban afuera del edificio dentro del área segura. El objetivo se había logrado … pero no sin sobresaltos.

El simulacro de incendios es un ejemplo de la advertencia de la segunda venida de Jesús: siempre debemos estar listas. Es una preparación individual que tiene que ver con el corazón.

Que el Padre celestial nos ayude a identificar su voz para que podamos estar preparados para tal evento.

Elizabeth Ida Cain

2 comentarios en «SIMULACRO DE INCENDIO»

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