«En su amor recréate siempre». Proverbios 5:19.
Hay un concepto muy sencillo, pero a la vez complejo, que a la mayoría de los varones les cuesta entender, en parte por formación y por una visión restringida de lo que es la sexualidad.
Las mujeres -en general- pretenden tener contactos físicos con un varón en una relación que esté a medio camino entre la amistad y las relaciones sexuales. Buscan, en primer lugar, ternura, caricias muy poco sexuales y besos cariñosos. Desean estar en brazos del amado en un contacto estrecho, sin que esto lleve inmediatamente a un acto sexual. Muchas mujeres consideran que el contacto de la piel, las caricias suaves sobre la piel y el cabello, las palabras susurradas, con las que se puede hablar de cosas muy personales, son algo muy importante entre un varón y una mujer.
No obstante, la mayoría de los varones no entiende esto. Para ellos, la ternura es simplemente una invitación a tener relaciones sexuales. No se les ocurre que lo que sustenta una buena vida sexual es una actitud cariñosa, que no supone necesariamente sexo.
En la «educación» machista, este tipo de relaciones prácticamente no existe. Se impone la ley del todo o nada.
Lamentablemente, muchas mujeres no logran -por responsabilidad del varón- gozar de una relación en la que prime la ternura y el cariño evidentes. Muchos varones suelen confundir intimidad y ternura con vida sexual.
Esto no implica que la sexualidad no deba estar colmada de expresiones cariñosas, pero, si solo se tienen actitudes de ternura cuando se quiere tener relaciones sexuales, la relación se convierte en un juego que deja a la mujer una sensación de estar siendo «usada» y no de ser parte de una «relación’:
Una vida de contacto, ternura y acercamiento cariñoso no debe darse solo en el contexto de la vida sexual. Todo matrimonio debería tener una continua cuota de afecto explícito, que sea expresado de todas las formas posibles.
Somos parte de un diseño que supone expectativas y necesidades. Todos tienen derecho a esperar que, en una relación de pareja, primen el cariño y la ternura. Cuando eso sucede, la vida sexual adquiere una dimensión insospechada. Las personas entienden que no son meros medios u objetos, sino personas que son amadas solo por existir.
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¿Cómo tratas a tu esposa? ¿Sientes que en tu relación priman la ternura y el cariño?
Miguel Ángel Núñez: Escritor – Conferenciante – Orientador y mediador familiar – Docente y Teólogo. Chileno / Argentino, Profesor universitario. Ha dado clases en Chile, Argentina, Perú y México. Ha sido profesor invitado para universidades de Colombia, Ecuador, Venezuela, España, EE.UU. y El Salvador. Ha publicado a la fecha 54 libros en castellano, inglés y portugués.