«Te haré entender y te enseñaré el camino que debes andar; sobre ti fijaré mis ojos» (Salmos 32: 8)
Dejémonos enseñar en los caminos de Dios
Este texto es promesa de Dios. David lo registra en el contexto de la restauración del ser humano a su condición original.
«Te haré entender» ¿no es lo que pedimos? ¿no es lo que buscamos? «te enseñaré», ¡Él Señor quiere enseñarnos!
Dios se manifiesta dispuesto a mostrarnos el camino planeado. Frente a bifurcaciones, frente a la indecisión, frente al temor, pedimos conocer la voluntad de Dios.
Cuando nos sentimos invisibles, cuando pensamos que Dios no se interesa, cuando creemos que molestamos a Dios con nuestras pequeñeces e insignificancias, nuestro Creador nos responde «sobre ti fijaré mis ojos».
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No hay dolor que no conozca, no hay problema que no entienda, no hay requerimiento que lo fastidie, no hay duda de que esté dispuesto a cubrir.
Dios te busca hoy, como ayer, como siempre. David nos dice en el Salmo 18:30: «En cuanto a Dios, su camino es perfecto; acrisolada es la palabra del SEÑOR; El es escudo a todos los que a El se acogen».
Recuerda que el Señor camina junto a ti diariamente y todo lo que hagas lo debes hacer para honra y gloria de Dios. Somos embajadores de Cristo y como tales debemos ser temerosos del Señor (reverenciarlo, respetarlo en todo lo que hagamos).
Dios te bendiga y te guarde en este nuevo día.
Colaboración de Cristian Balbontin, Adventista del séptimo Día

BENDICIONES PARA USTED QUE NOS HACE LLEGAR UN MENSAJE TAN BELLO Y CIERTO. LLEGA EN EL MOMENTO JUSTO SIEMPRE. GRACIAS
Hola Margarita:
Muchas gracias por tu saludo, esto nos da mas animo para continuar. Bendiciones.