“Allí lo crucificaron, y con él a otros dos, uno a cada lado, quedando Jesús en el medio”. Juan 19:18
Cuando aún yo era joven, viajaba por la ciudad montado en una moto, un mal día se me cruzó una camioneta y fui a dar al duro pavimento, me rompí la muñeca, esto me provocó un gran dolor y al menos un mes enyesado.
Cuando leo las escrituras de la muerte de Jesús, cómo el Buen señor fue atormentado, le pusieron una corona de espinas de un santa cabeza, la golpeaban con dureza para que le dañara aún mas, los golpearon y lo escupieron, y finalmente como su fuera poco, lo clavaron de sus pies y manos a una cruz. Si yo sufrí por una simple rotura de mi muñeca, Como será que me atravesaran mis manos y mis pies con unos horrendos clavos!!.
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Y me pregunto hoy, ¿dónde hubiera esto allí si hubiera vivido en esa era? ¿De qué lado estaría?, ¿de lo que condenaban al Maestro o de los pocos que lo defendían? Y tu querido, ¿lector que piensas?
A veces nos vemos involucraos en momentos y eventos que no debiéramos estar, apoyando barbaridades, injusticias y maldades evidentes, nos confundimos o nos dejamos cautivar. Hoy la vida es toda una confusión de valores, lo malo nos parece bueno, la violencia la justificamos, así también el robo, el crimen, el ladrón.
Por otro lado me pregunto: ¿Valió la pena la muerte de nuestro Señor?. ¿Cambió algo la humanidad? ¡POR SU PUESTO QUE SI!!
Jesús murió para salvar a toda la humanidad, pero no a la humanidad que conocemos, el fue enviado por DIOS como un sacrificio sublime, para el que en El crea pueda vivir en la Nueva Tierra.
El apóstol Juan nos dice: (14:21)
“El que tiene mis mandamientos, y los guarda, aquél es el que me ama; y el que me ama, será amado de mi Padre, y yo le amaré, y me manifestaré á él”.
Querido amigo, Dios te guarde y te guie y bendiga a todos los tuyos.
Rafael Arriaza, es Chileno / Español, MBA en Economía por la U. Autónoma de Madrid y Empresario en Chile
