Abatida hasta el
polvo está mi alma;
Vivifícame según tu
palabra.
Este Salmo nos presenta cual caído estaba su autor, desesperado pero esperanzado en la palabra del Señor, “vivifícame en tu palabra”, “estoy muerto, vuélveme a la vida”.
Estimado amigo, cuantas veces nos encontramos en una disyuntiva en nuestra existencia, todo mal, nuestro trabajo, mi pareja me dejó, mi hijo cayó en la droga, estoy gravemente enfermo, no me alcanza el dinero, me encuentro solo, y así muchas desgracias mas.
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La palabra de Dios es el poder mismo de la creación, de la recuperación, del amor y de la bondad. Quien no conoce la experiencia de Lázaro, el muere y sus hermanas Marta y María lo lloraban desconsoladamente, después de 4 días de muerto aparece Jesús, y ellas le reclamaban, como no vinisteis antes de que muriera, antes cuando aún vivía, ahora ya nada se puede hacer, cuatro días, Lázaro ya hiede en ya tumba. Sin embargo Jesús dice, Lázaro solo duerme y luego dice: “ Y habiendo dicho esto, clamó a gran voz: !!Lázaro, ven fuera!”. Ya sabemos Lázaro resucitó.
La palabra de Dios es poderosa, con su palabra creó los cielos y la tierra, Jesús, sano leprosos, ciegos, paralíticos y además resucitó al tercer día, tal como lo había dicho.
Entonces, ¿puede resolver el problema que te aqueja?, sin ninguna duda que sí!!.
“Y le dijo Jehová: Yo he oído tu oración y tu ruego que has hecho en mi presencia. Yo he santificado esta casa que tú has edificado, para poner mi nombre en ella para siempre; y en ella estarán mis ojos y mi corazón todos los días”. 1 Reyes 9:3
Toda oración sincera, humilde y con fe, el Señor responde no sólo a ti sino a toda tu casa, ora sin cesar, en cada momento de tu vida y en el grupo de tu hogar.
Dios te bendiga y te guarde y ponga amor y paz en ti y los tuyos.
Rafael Arriaza, es Chileno / Español, MBA en Economía por la U. Autónoma de Madrid y Empresario en Chile
