SI LE PEDIMOS ALGO CONFORME A SU VOLUNTAD, ÉL NOS OYE. 1 Juan 5:14
¿Qué le pedirías a Dios si, al igual que Salomón, te dijera: “Pídeme lo que quieras” (1 Rey. 3:5)?
¡Vaya situación! Es como recibir un cheque en blanco mientras Dios nos dice: “¡Escribe tú la cantidad!” Ya conocemos lo que pidió Salomón: “Un corazón atento para gobernar […] y para distinguir entre lo bueno y lo malo” (1 Rey. 3:9). A Dios le agradó tanto este pedido que le concedió a Salomón lo que le pidió (sabiduría) y lo que no pidió: (inteligencia y riquezas). ¿Por qué agrado tanto al Padre celestial el pedido de Salomón? Porque pidió “conforme a su voluntad”.
Esto me recuerda la historia de dos jovencitos que fueron a un campamento y, como estaban aburridos, decidieron hacer algunas travesuras. Primero fueron al río y cada uno “bautizo” a otro. Después decidieron orar, pero no cualquier oración: pidieron que la primera persona que tocara el pasamanos de las escaleras cayera muerta en el acto.
Después se escondieron para ver quién sería la víctima. Pero, ocurrió algo que no imaginaron. ¡Por las escaleras comenzó a bajar una ancianita muy querida por ellos! Alarmados, salieron de su escondite gritando: “¡No toque el pasamanos! ¡Aléjese de allí!” Sin entender la extraña conducta de los dos jovencitos, la anciana los miró, se apoyó en el pasamanos y bajó tranquilamente los escalones. Aterrorizados, los muchachos pensaron que la anciana caería muerta en cualquier momento. Pero ella bajo sin problemas y se perdió de vista. Y allí quedaron dos jovencitos perplejos, que no entendían por qué su oración no había sido contestada (Richard Coffen, Ministry [Ministerio Adventista], octubre de 2002, p.8).
Por supuesto, no es la voluntad de Dios matar a nadie en respuesta a tus oraciones. En cambio, es su voluntad darte lo que más te conviene. Él quiere que te desarrolles plenamente como persona, que escojas la carrera universitaria que mejor se adapte a tus capacidades, que te cases con la persona idónea… etc. Todo esto y más, siempre que ores de acuerdo con su voluntad y actúes conforme a los principios de su Santa Palabra. Entonces, al igual que a Salomón, Dios te dará lo que pidas y lo que no pidas también, “conforme a las gloriosas riquezas que tiene en Cristo Jesús” (Fil. 4:19).
PADRE CELESTIAL, CÚMPLASE TU VOLUNTAD EN MI VIDA HOY Y SIEMPRE.
Estimados señores,
Respetando sinceramente a las personas que creen en vuestra religión y en cualquiera otra, porque muchisimos seres humanos lo hacen con toda su inocencia y verdadero sentimiento, les hago presente que yo no creo en ninguna religión, no creo en dioses inventados por el hombre y menos puedo creer ni en las biblias ni en escritos sagrados, que datan de siglos en que la ignorancia y falta de conocimiento cientifico les hacía creer en cosas extrañas frente al temor que al ser humano le infunde la muerte.
No puedo creer en una religiòn que en su creaciòn necesitó sembrar el horror, las persuciones y los asesinatos de quienes negaban la existencia de su dios. Es decir, no fué para nada generosa con la raza humana su creacion, no?
No puedo creer en dioses que son verdaderos dictadores del ser humano. Si quieren le quitan la vida o se la perdonan a quien ellos estimen, nos dicen como debemos pensar, como debemos proceder, nos dicen lo que ellos permiten que hagamos y también lo que no permiten…como si los seres humanos no fueramos lo suficientemente inteligentes para sabernos conducir en la vida.
Vuestra religion ha sembrado el miedo y la inseguridad entre los seres humanos. Hemos crecido con temores, hemos debido ser bautizados para liberarnos del pecado con que llegamos al mundo…¿puede haber tamaña ignorancia peor que ésta?…
No puedo creer en las religiones que solo persiguen enriquecerse, como lo ha sido la Iglesia Catòlica.
No puedo creen en una Iglesia que esconde a los degenerados que abusan de nuestros hijos, pero que se jactan de ser moralistas rechazando a los homosexuales.
No creer en dios jamás ha sido una falta grave a nada, es solo el derecho que tenemos los seres humanos de optar por todo lo que deseemos en nuestras vidas. Y por no ser creyentes no somos enemigos del mundo, tan solo pretendemos ser honestos con nuestra propia conciencia. Y no somos seres extraños por no creer en vuestra Fe…esa fé que todos los seres humanos tenemos, pero que cada cual sabe en qué ponerla, con fundamentos cientificos, creíbles y demostrables.
La ciencia es investigar, discutir, dialogar y demostrar…pero en ningun caso la ciencia PROHIBE DISCUTIR LA EXISTENCIA DE SU DIOS.
Solo les pido que respeten mi espacio y no me envíen nada de lo vuestro.
Estimado Gabriel: Tu afirmación es absolutamente respetable, en realidad no eres la única persona que piensa así, sin embargo te digo con mucho respeto que las malas acciones de algunas iglesia y no deseo referirme a una en particular y que gozaron de muchos privilegio y poder por muchos siglos ha provocado esta actitud hacia las honestas creencias y las personas que la conforman.
Aún así, muchos conocidos míos y algunos lideres políticos y de ciencias en el mundo actual, dicen que no creen en nada, pero la realidad es que sí creen en otro tipo de cosas que les da «seguridad».