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¿Abrumado por la vida?

El perezoso ambiciona, y nada consigue; el diligente ve cumplidos sus deseos. Proverbios 13:4

Los estudiosos de la psicología afirman que existen dos tendencias universales que  rigen  la vida  del ser  humano: luz y oscuridad, optimismo y pesimismo; estas dos tendencias inciden directamente sobre la felicidad  personal. Hay muchas personas que  ven la vida como  un  viaje  tenebroso y solitario, y siempre esperan finales catastróficos. Por otro  lado,  están los que tienen la capacidad de viajar por la vida  interpretando los acontecimientos cotidianos favorablemente, de  manera optimista, aunque las circunstancias no sean siempre halagüeñas.

Los  pesimistas viven  rodeados de tinieblas y oscuridad, y hacen de esto  un hábito, que además, envuelve a quienes los rodean. Quienes llegan a esta condición no pueden apreciar los agentes generadores de felicidad que tienen al alcance de su mano. Los optimistas, sin embargo, son capaces de encender la luz cuando las penumbras llegan, porque, evidentemente, ser optimista no elimina de la vida las circunstancias adversas. Y cada vez que se enciende una luz, todo se ilumina para quienes pueden verla.

Los  pesimistas se autodenominan «realistas» y consideran a los  optimistas como soñadores incansables que siempre viven  en una quimera. Nuestro Señor Jesucristo nos dice: “Miren que la hora  viene, y ya está aquí, en que  ustedes serán dispersados, y cada  uno se irá a su propia casa  y a mí me dejarán solo. Sin embargo, solo no estoy,  porque el Padre está conmigo. Yo les he dicho estas cosas para  que en mí  hallen paz. En  este  mundo afrontarán aflicciones, pero ¡anímense! Yo he vencido al mundo» Juan 16:32-33). Eso quiere decir que aunque tenemos que vivir en medio de las dos tendencias humanas mencionadas, encontramos en Dios una fuente de alegría permanente que nos  permitirá vivir con  optimismo.

¿Cómo  generar ánimo cuando vivimos la pérdida de un ser amado? ¿O cuando la enfermedad nos afecta? ¿O cuando un revés financiero nos sitúa a las puertas de la miseria? Nunca  pensemos que  encontrar ánimo en  tiempo de aflicción  es tarea exclusiva nuestra. Si Dios nos exhorta: “Estén siempre alegres» (1Tes. 5:16), también nos  recuerda que  él tiene poder  para  hacerlo posible  si se los pedimos. «No estén tristes, pues el gozo del Señor es nuestra fortaleza» (Neh.8:10).

No te quedes en este día atrapada en la bruma de tu tristeza. Mira más allá de tus tinieblas y verás el sol de justicia brillando para  ti.

Si te encuentras atrapado por algún problema y deseas que oremos por ti, solo escríbenos y estaremos  contigo. Que Dios te guíe y te guarde.

ERNA ALVARADO  es  especialista  en educación primaria   egresada de la universidad Católica de Chile. Se licenció en  psicología  educativa en  la universidad de Montemorelos. México y completó una  maestría en relaciones familiares en la misma universidad.

2 comentarios en «¿Abrumado por la vida?»

    • Hola Adrián, muy simple, vive con la Fe de Jesús, aférrate a sus promesas y no te sueltes, recuerda Dios te ama y desea lo mejor para ti, que Dios te bendiga e ilumine tus días.

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