Porque tuve hambre, y me disteis de comer; tuve sed, y me disteis de beber; fui forastero, y me recogisteis;
estuve desnudo, y me cubristeis; enfermo, y me visitasteis; en la cárcel, y vinisteis a mí.
Entonces los justos le responderán diciendo: Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, y te sustentamos, o sediento, y te dimos de beber?
¿Y cuándo te vimos forastero, y te recogimos, o desnudo, y te cubrimos?
¿O cuándo te vimos enfermo, o en la cárcel, y vinimos a ti?
Y respondiendo el Rey, les dirá: De cierto os digo que en cuanto lo hicisteis a uno de estos mis hermanos más pequeños, a mí lo hicisteis. Mateo 25: 35-40
Querido amigo, no puedo dejar e pensar en los difíciles momentos que muchos de nuestros hermanos están pasando necesidades y mucha hambre. Esta horrible pandemia, no solo ha atacado la salud, sino también a las necesidades básicas de las personas, como disponer del dinero para comprar los alimentos, esto nos hace ser solidarios y cercanos a los que menos tienen.
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Jesus en su mensaje al mundo, en el evangelio de Mateo capítulo 25, versículos del 31 al 46, nos dice que al final de los tiempos, o sea ahora, reunirá a las personas como un pastor, y las dividirá en dos grupos, como corderos, éstos los pondrá a su derecha y las ovejas a su izquierda.
El grupo de los corderos, son los que cuidaron a sus hermanos: les dieron de beber, de comer, dieron cobijo a los extranjeros, cubrieron a los sin ropa.
Al contrario vemos que los de la izquierda ignoraron a sus hermanos, les negaron toda ayuda, y el Señor nos dice:
“ Entonces dirá también a los de la izquierda: Apartaos de mí, malditos, al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles.
Porque tuve hambre, y no me disteis de comer; tuve sed, y no me disteis de beber;
fui forastero, y no me recogisteis; estuve desnudo, y no me cubristeis; enfermo, y en la cárcel, y no me visitasteis.
Entonces también ellos le responderán diciendo: Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, sediento, forastero, desnudo, enfermo, o en la cárcel, y no te servimos?
Entonces les responderá diciendo: De cierto os digo que en cuanto no lo hicisteis a uno de estos más pequeños, tampoco a mí lo hicisteis.
E irán éstos al castigo eterno, y los justos a la vida eterna”.
Terrible castigo para los egoístas, los indolentes, los apáticos, sin corazón. Creo que este es momento justo para demostrar nuestro amor al prójimo, todo lo que tu das de corazón Dios te devolverá el doble, y mas. La felicidad es mayor para el que da que el que recibe.
Lo que está pasando la humanidad, es la señal que Jesús está viniendo, que pronto lo veremos sobre las nubes del cielo, si mi querido amigo, este evento mundial nos marca un hito único sin precedentes.
Estimado amigo lector, desde aquí deseo todas las bendiciones del buen Señor para estos duros días, que tu y tu familia se mantengan sanos y con tus necesidades cubiertas. AMEN
Rafael Arriaza, es Chileno / Español, MBA en Economía por la U. Autónoma de Madrid y Empresario en Chile
