«Los oídos están abiertos, pero nadie oye». Isaías 42:20, La Biblia de las Américas.
Hay una gran diferencia entre «hablar» y «dialogar’: Lo que muchas parejas llaman comunicación no es más que ruido. Simplemente, no logran dialogar.
Para que exista diálogo, es fundamental que las personas que intentan comunicarse asuman actitudes que permitan, efectivamente, la posibilidad de darse a entender y comprender por el otro plenamente.
Sin embargo, la buena o la mala comunicación es solo un síntoma de una buena o una mala relación. No es la panacea para solucionar los problemas matrimoniales; simplemente, es un termómetro que indica en qué situación están ambos.
Muchos hablan, pero no comunican. Emiten sonidos o expresan gestos, pero no logran que la otra persona llegue a entender de manera plena lo que está pretendiendo decir.
Para que el diálogo se produzca de manera efectiva, la pareja debe entender que hay tres pasos previos: Respetar, escuchar y empatizar. Sin respeto al derecho del otro a expresar sus puntos de vista, no hay comunicación posible. Cuando no aceptamos que la otra persona tenga opinión propia y la descalificamos, la ignoramos o simplemente somos indiferentes a sus planteas, hablar de comunicación es un contrasentido. El respeto es básico. Aunque la opinión sea contraria a mis creencias y principios, el otro tiene derecho a expresarlas.
El segundo paso es escuchar. Escuchar no es solo oír de manera mecánica, sino que implica un esfuerzo intencionado para entender lo que el otro está intentando transmitir. Cuando escuchamos, ponemos todo de nuestra parte para poder comprender inteligentemente lo que la otra persona está intentando comunicarnos. De no ser así, la comunicación no se logrará.
Finalmente, es necesario un último paso que consiste en empatizar con lo que otro ser humano nos plantea. La empatía es el acto intelectual consciente que nos permite ponernos en la perspectiva del otro, para de ese modo lograr situarnos en su órbita emocional y psicológica.
Solo cuando se den estas tres condiciones, las parejas podrán comunicarse verdaderamente. De otro modo, únicamente será ruido emitido por personas que intentan decir algo que no llega verdaderamente a la mente del interlocutor.
¿Te estás comunicando verdaderamente? ¿Respetas, escuchas y empatizas?
Miguel Ángel Núñez: Escritor – Conferenciante – Orientador y mediador familiar – Docente y Teólogo. Chileno / Argentino, Profesor universitario. Ha dado clases en Chile, Argentina, Perú y México. Ha sido profesor invitado para universidades de Colombia, Ecuador, Venezuela, España, EE.UU. y El Salvador. Ha publicado a la fecha 54 libros en castellano, inglés y portugués.