«En ti confiarán los que conocen tu nombre, por cuanto tú, oh Jehová, no desamparaste a los que te buscaron» (Salmos 9: 10)
En el lenguaje bíblico el nombre es una señal del carácter.
El salmista habla entonces del carácter de Dios. Y explica que Dios no falla. No se distrae.
Confiar en el Señor es el secreto para salir victorioso en todos los embates de la vida.
Tal vez parezca muy simple. Los desastres naturales, las crisis económicas, los problemas sociales ¿van a detenerse porque confías en Dios? No. Tal vez no; seguramente no.
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Pero, los que confían en Dios no desesperan; no desmayan. Quienes conocen a Dios saben que el Señor puede levantar a sus hijos de las cenizas.
Deposita toda tu confianza en Dios. Conócelo. Cree en él. Dios jamás desampara a aquellos que lo buscan.
“Encomienda a Jehová tu camino, Y confía en él; y él hará.” (Salmos 37: 5)
“El poder omnipotente del Espíritu Santo es la defensa de toda alma contrita. Cristo no permitirá que pase bajo el dominio del enemigo quien haya pedido su protección con fe y arrepentimiento. El Salvador está junto a los suyos que son tentados y probados. Con él no puede haber fracaso, pérdida, imposibilidad o derrota; podemos hacer todas las cosas mediante Aquel que nos fortalece. Cuando vengan las tentaciones y las pruebas, no esperéis arreglar todas las dificultades, sino mirad a Jesús, vuestro ayudador” E.G.W. (El
Que el Señor te bendiga en este día.
Cristian Balbontín, miembro de Iglesia Adventista.
