“Las enseñaréis a vuestros hijos, hablando de ellas cuando te sientes en tu casa, cuando andes por el camino, cuando te acuestes, y cuando te levantes”.
Deuteronomio 11:19.
A menudo soy invitado para contestar preguntas de adolescentes en colegios o iglesias. Para alarma de los maestros y los pastores, la mayoría de las preguntas de los jóvenes giran en torno al sexo. En más de un caso, he tenido que calmar a los adultos que se sienten alarmados ante preguntas que ellos ni soñaron hacer a la edad de sus jóvenes pupilos. Suelo reírme de mis colegas, recordándoles que ellos también tuvieron las mismas inquietudes a esa edad solo que se olvidaron o no preguntaron.
Lo interesante del asunto es que vivimos en otra época; en un momento de la historia en que hay más desinhibición para hablar una actitud más natural para preguntar. En buena hora que así sea? aunque lo mejor sería que los jóvenes preguntaran en su hogar a sus propios padres. Pero, si no ha sido así, mejor que hagan sus preguntas en un ambiente cristiano, donde se les contestará teniendo como telón de fondo valores y principios no humanistas, sino bíblicos.
Me sorprende que a menudo los jóvenes confundan sexualidad con «genltalidad”. Sin embargo, no es extraño en un contexto en el que esa es la idea que se ha transmitido. Lo real es que la sexualidad humana abarca casi todas las áreas de nuestra vida. La sexualidad implica mucho más que las diferencias físicas entre varones y mujeres. Va mucho más allá del acto físico sexual en el matrimonio Es la expresión de la persona entera, que vive la sinfonía de la existencia humana.
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Los cristianos necesitan tener una comprensión bíblica de la sexualidad. Comprender cabalmente nuestra sexualidad es esencial para determinar nuestras relaciones con las demás personas y para manejar apropiadamente los deseos físicos naturales que Dios nos dio. Con una comprensión bíblica del asunto, será posible entender el significado verdadero de la sexualidad y nos capacitará para rechazar las ideologías provenientes de una cultura que ha banalizado el tema sexual.
Vivimos en una sociedad que se ha vuelto más indulgente. Ha convertido el encuentro sexual en una relación casual, que se expresa en un acto físico sin tomar en cuenta a la persona integral, ni las consecuencias que un goce momentáneo pueden tener en la identidad e las personas. Ante este cuadro, no es extraño que haya disminuido el respeto hacia las personas. Ante este cuadro, no es extraño que haya disminuido el respeto a las personas y el egoísmo se haya convertido en moneda corriente en el contexto de la relaciones sexuales.
Los padres deben ser los primeros y mas importantes educadores sexuales de sus hijos,
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¿Estas cumpliendo tu deber de formar a informar a tus hijos sobre este tema?
Miguel Ángel Núñez: Escritor – Conferenciante – Orientador y mediador familiar – Docente y Teólogo. Chileno / Argentino, Profesor universitario. Ha dado clases en Chile, Argentina, Perú y México. Ha sido profesor invitado para universidades de Colombia, Ecuador, Venezuela, España, EE.UU. y El Salvador. Ha publicado a la fecha 54 libros en castellano, inglés y portugués.
