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DIOS DE MILAGROS

Encomienda a Jehová tu camino, y confía en él; y él hará. Exhibirá tu justicia como la luz, y tu derecho como el mediodía. Salmo 37:5, 6.

Corría el verano de 2006. Había hecho lo que humanamente podía hacer para conseguir recursos financieros que me permitieran regresar a la institución con internado donde cursaba mis estudios de licenciatura. Había logrado terminar el primer año apoyada por la escuela en un plan especial de trabajo, pero ahora debía ver la forma de autofinanciarme, y realmente no tenía nada. Viajé a la universidad solamente por fe y tan solo con el pasaje de ida. No llevaba dinero ni para la cuota de inscripción, mucho menos para el primer mes. Pedí a Dios un milagro pues realmente no quería perder el semestre. Si tan solo me dieran la oportunidad de quedarme y pagar después, pensé, mientras en mi corazón oraba para que Dios hiciera un milagro.

Al llegar a la universidad, me acerqué a una empleada con la que había hecho amistad el año anterior; ella me escuchó y me presentó a la nueva preceptora, quien estaba buscando una alumna con plan especial, como yo, que quisiera hacer la limpieza en el hogar de señoritas.

Entonces empecé a ver mi milagro: Dios abrió una ventana por medio de la preceptora. Hice una carta de compromiso en la que prometía pagar cierta cantidad en octubre de ese año. ¿Cómo? Realmente no lo sabía. En mi pensamiento no había posibilidades de cumplir, pero confiaba en que, si Dios había abierto una ventana, abriría también la puerta.

Llegada la fecha acordada, me llamaron a la oficina de finanzas para indagar acerca de mi primer depósito. No supe qué contestar, porque no tenía el dinero ni la posibilidad de conseguirlo. Solo pedí una prórroga, y seguí orando. Me llamaron de nuevo unos días después, y una tercera vez. Con temor y mucha vergüenza, acudí a la cita. Entonces, me dijeron: “Te mandamos llamar para decirte que recibimos un depósito a tu cuenta por el total de la deuda”. No sabía si llorar o reír de felicidad.

Salí de allí corriendo y busqué a la preceptora. “¡Bendito sea Dios!”, respondió cuando se enteró. Dios terminó su milagro, uno de tantos que hizo durante mi estadía en la universidad. ¡Mi Dios es un Dios de milagros! Solo “confía en él, y él hará”.

Aracely Román Martínez: Meditaciones Matinales

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2 comentarios en «DIOS DE MILAGROS»

  1. Hola te creo totalmente yo he tenido una experiencia muy parecida a la tuya, solo que mi caso, estaba en peligro mi familia y mi hogar, hasta antes de que me ocurriera el milagro yo era creyente pero con no con mucha fe,
    hasta que ocurrió el milagro, yo le pedí a Dios con toda mi alma y toda mi fe, que por favor me diera una prueba de que me escuchaba, en mis oraciones matutinas, en mis peticiones de ayuda, porque estaba acabado y hundido mi familia y mi hogar se iban al traste. Si no recibía esa ayuda urgentemente. Y ocurrió Dios mi amado y bendito Dios me envió la prueba de ese milagro que cambio por completo mi vida ahora soy un hombre con mucha fe y fiel a Dios, alabado sea por siempre, yo doy fe de que Dios esta ahí y nos escucha y nos ayuda si somos perseverante y pedimos con fe, este es mi testimonio:
    Era empresario, con éxito hasta que un día, empezando la pandemia del covid, comenzó mi declive, poco a poco me fue cada vez yendo mal y mal hasta el punto que casi quebré, quedando a deber cantidades de dinero importantes cree otra empresa con la intención de reflotar la anterior y cumplir con los clientes pendientes, pero dos de ellos no querían entrar en razón de negociar para devolverles su dinero, y empezaron a dañarme por redes sociales y otros medios para hundir la nueva empresa con calumnias y falsos testimonios, tanto hicieron que me ayuntaron todos los nuevos cliente que teníamos, que consiguieron su objetivo quebrar la nueva empresa y la otra también, estuvimos dos años en el que nos acosaban continuamente era un sin vivir, nos echaban en las puertas de nuestra casa brujeria y vudú, estas personas, se pusieron en contacto con el resto de clientes, lavándoles el celebro metiéndoles miedo en el cuerpo en contra de nosotros, y convenciéndoles de crear una plataforma para pedirnos cárcel no solo se conformaban en una reclamación de cantidad o llegar a un acuerdo si no que querían hacernos daño acabar con nosotros el odio y la venganza se palpaban, nosotros durante esos dos años no vivíamos estábamos muertos en vida, solo nos quedaba la esperanza de que Dios nos ayudara, y lo hizo, vaya que si lo hiso bendito sea, por siempre, saben que paso, QUE EL JUEZ DESESTIMO Y ARCHIVO LA CAUSA de todos ellos, porque vio la maldad en ellos, alabado sea Dios, bendito sea, por los siglos de los siglos, ahora creo en el, y le seré fiel toda m i vida obro un milagro en mi, lo `publicare en todos los lugares, para que la gente sepa que Dios existe y obra milagros en nosotros, solo hay que pedirle y el nos ayudara, los tiempos de Dios son perfectos, no os desaniméis si no ocurre el milagro cuando tu quieras, créeme sucederá cuando tenga que suceder y no te fallara, te lo dice una persona que no tenia fe, y ya ves me salvo la vida a mi y a mi familia y me dio paz alegría y esperanza, Dios bendito gracias, gracias, gracias. TE AMO SEÑOR.

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    • Estimado Robert: Muchas gracias por tu maravilloso testimonio, eso es, entregale con fe a tu buen Señor tus problemas y El te escuchará.
      Nada nu nadie puede hacerte daño de la mano de Jesus.
      En la vida siempre salen dificultades y problemas, pero con la fe y la oracion, Dios los resuelven.
      Que Dos te guarde y bendiga, junto a tu familia.

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