El que no ama, no ha conocido a Dios; porque Dios es amor.
Estamos terminando el año y ya es Navidad, es el día en que la cristiandad celebra la llegada de Jesús.
Aunque todos sabemos, esto es mas que una tradición que alabanza a Jehová, pero lo mas importante es la disposición de las personas a unirse en amor, padres, hijos, abuelos y amigos. En los evangelios nos dice el apóstol Juan que Dios es amor, es decir tal como somos carne, la esencia de Dios es AMOR. Y cuando Dios creo al hombre, el lo hizo a la “imagen y semejanza de el mismo”, es decir Amor, así es, el hombre recibió parte de la esencia del Creador, esto es EL AMOR.
El amor realmente es la esencia que nos conecta como seres humanos. Es lo que nos impulsa a cuidar de los demás, a crear vínculos significativos y a buscar la felicidad tanto para nosotros como para quienes nos rodean. Sin amor, la vida sería mucho más vacía y solitaria, es en las relaciones y en las experiencias compartidas donde encontramos un sentido profundo de pertenencia y propósito. El amor es lo que da color y significado a nuestras vidas.
Amigo y amiga. ¿Te puedes imaginar el mundo sin amor?
El amor es una de las emociones más profundas y complejas que podemos experimentar. Puede manifestarse de muchas formas: el amor romántico entre parejas, el amor familiar entre padres e hijos, el amor hacia amigos, e incluso el amor hacia uno mismo. El amor implica cuidado, respeto, empatía y conexión. Es un sentimiento que nos motiva a apoyar a los demás, a compartir momentos de felicidad y a estar presentes en las dificultades. Además, el amor puede inspirar actos de bondad y generosidad, y tiene la capacidad de transformar nuestras vidas y la de quienes nos rodean. En resumen, el amor es una fuerza poderosa que nos une y nos hace sentir vivos.
El amor es una de las emociones más profundas y complejas que podemos experimentar. Puede manifestarse de muchas formas: el amor romántico entre parejas, el amor familiar entre padres e hijos, el amor hacia amigos, e incluso el amor hacia uno mismo. El apóstol Juan, llamado el apóstol del amor nos dice: El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece; 5 no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor; 6 no se goza de la injusticia, mas se goza de la verdad. 7 todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta.
8 El amor nunca deja de ser; pero las profecías se acabarán, y cesarán las lenguas, y la ciencia acabará”. (1 de Corintios 13: 4-8)
Querido lector, el amor es la señal inequívoca del cristiano, se caracteriza por ser un amor universal, abierto, generoso, desprendido, inteligente, creativo, alegre y optimista. Aún cuando hayan pasados siglos del comienzo de la humanidad, aún quedan señales del amor que nos dejó Cristo en la Cruz.
En estos días especiales de la humanidad, deseo que la luz de Cristo ilumine tus días, te de mucho amor y paz y que tu lleves esta luz a los tuyos, tan necesaria en estos días en que el mundo está en guerras, violencia, desastres de la naturaleza y mas.
Me despido con una antigua bendición hebrea.
“Jehová te bendiga, y te guarde;
Jehová haga resplandecer su rostro sobre ti, y tenga de ti misericordia;
Jehová alce sobre ti su rostro, y ponga en ti paz.”
(Números 6:24-26)
Rafael Arriaza es adventista, Chileno Español.
