«Yo reprendo y disciplino a todos los que amo» (Apocalipsis 3:19)
¿Cómo nos disciplina Dios? A veces permite que en nuestra vida ocurran hechos que no nos gustan, que nos incomodan, que nos causan aflicción.
¿Cuándo nos disciplina? Cuando no escuchamos su voz. Cuando, por caminar nuestro camino, nos apartamos de aquel que Dios nos muestra como más seguro.
¿Para qué nos disciplina y nos reprende? Para que volvamos al plan original de Dios para nuestra vida.
¿Por qué nos disciplina? Porque nos ama.
El pueblo de Dios estuvo cuarenta años en el desierto para desaprender las costumbres y forma de vivir aprendidas en su cautiverio en Egipto. Se habían olvidado de cómo relacionarse con Dios. Habían escogido otro camino. Pero Dios estuvo en medio del pueblo todo ese tiempo.
¿Estás cruzando tu desierto? Alégrate, Dios está contigo; Dios te ama.
AUTOR: Cristian Balbontin
