Si hablo en lenguas humanas y angelicales, pero no tengo amor, no soy más que un metal que resuena o un platillo que hace ruido. Corintios 13:1
Ayer, mientras caminaba por la calle, me topé con un antiguo amigo, de esos que dejas de ver por años, estuve en su matrimonio y por cosas de la vida, nos dejamos de ver, ya sabes diferentes caminos que nos separan sin querer.
Dado el tiempo que no nos veíamos, invité a Carlos, mi amigo a almorzar, el me dijo que tenía poco tiempo, así entramos a un bar a tomar un refresco. Como notaba que mi amigo miraba su reloj insistentemente y además algo nervioso, le pregunté que le ocurría, me dijo que iba a casa a almorzar con su mujer.
– ¿Cómo está Teresa? , le pregunté.
– Tiene alzhéimer, replicó. Ya lleva 6 años con esta terrible enfermedad.
No pude, sino estremecerme por esta terrible información. Miré a sus ojos y vi un destello de soledad y tristeza. Carlos, abrió su boca y me dijo:
– Teresa ya no me conoce, no sabe quien soy…
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Entonces le pregunté:
– ¿Entonces, porqué tanta prisa en llegar?
– Bueno ella no sabe quien soy, pero aún yo se quien es ella.
Esta respuesta me estremeció aún mas, casi no pude contener mis lagrimas.
Por estos días cumplo 47 años de feliz matrimonio, doy gracias a Dios por todas sus bendiciones, como ya lo he dicho antes, hemos tenidos altos y bajos, pero siempre juntos, aún espero cada día la hora para vernos con mi esposa, cuando ella viene de su trabajo.
Con tristeza veo que hoy en el mundo, hay mas divorcios que matrimonios, ¿por qué se pierde la magia del matrimonio?, ¿cuál es el problema?, es difícil saberlo, en algunos casos problemas económicos, otros infidelidad, y en los mas, no tener un proyecto de vida en común. Desde mi óptica y mi propia experiencia, creo que se requiere un factor común que los mantenga unidos, esto es, la fe y la oración.
Aquí te dejo un pensamiento del apóstol Pablo:
“Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia y se dio a sí mismo por ella.”
En esto años, he aprendido que existe mas dicha en dar que recibir, y entender que el amor entre parejas es como lo dijo Pablo en su carta a los Corintios:
“El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece;” Corintios 13:4.
También he aprendido que el amor no sólo se aplica a la pareja, también es para nuestro prójimo, si puedes o tienes la oportunidad de ayudar, ¡Ayúdalo!!. Ahora me despido deseándote que Dios te guie y te guarde, que El ponga misericordia en ti y te bendiga.
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Si estas pasando por un mal momento, enfermedad, problemas con tu trabajo o tu familia, escríbeme, con mucho gusto oraré por ti.
Rafael Arriaza, es Chileno / Español, MBA en Economía por la U. Autónoma de Madrid y Empresario en Chile
