EL AMOR, MOTIVO DE MI EXISTENCIA.

“Alabad a Jehová, porque él es bueno, porque para siempre es su misericordia”.
Salmo 136:1

El amor es un sentimiento profundo de cariño, afecto y conexión hacia otra persona, Puede manifestarse de muchas maneras, como amor romántico, el amor fraternal, el amor filial, entre otros.

El amor implica preocuparse por el bienestar del otro, apoyar y compartir momentos especiales juntos. Es un sentimiento que puede enriquecer nuestras vidas de muchas maneras.

Este es un muy hermoso pensamiento, querido amigo y amiga. El amor puede ser una fuerza muy poderosa en tu vida. Puede motivarnos a ser mejores personas, a cuidar y apoyar a quienes amamos.

Quien dice amar a Dios y no ama a su prójimo es un mentiroso. (1 JUAN:21)

En el versículo del Salmo 136, nos dice que Dios nos ama con una misericordia eterna, es decir, nunca se acaba. Cuando somos rebeldes y pecamos, El nos sigue amando, no creas que Dios te desecha o se aleja, quien realmente se aleja eres tu. Dios te ama, aunque conoce tus faltas y todos los errores que has cometido. No hay nada oculto para él. Sin embargo, su amor no tiene límites ni está basado en tu comportamiento. Dios está siempre más que dispuesto a perdonarte y restaurarte. Solo tienes que acercarte a él con humildad, arrepentirte y aceptar su petición de amistad.

El apóstol Juan nos dice: “¡Fíjense qué gran amor nos ha dado el Padre, que se nos llame hijos de Dios! ¡Y lo somos! El mundo no nos conoce, precisamente porque no lo conoció a él”. (1 Juan 3:1)

¿Puedes imaginarte se parte de la familia del Creador?
Si El te dice que eres su hijo, ¡Que Grandioso Privilegio!

Y pensando en el amor, ¿Cómo es el amor cristiano a nuestros semejantes? Este amor encierra la empatía a nuestro prójimo, sin importar su condición raza, color u origen.

Este amor nos dirige a se ejercer la consideración, la compasión, el altruismo, la ministración, la filantropía y la amistad fraterna en todo momento y en toda circunstancia, como Jesús nos enseñó.

El buen cristiano vive y transmite su amor en tres situaciones, el amor de esposo o esposa, quien cuida de su pareja, el amor fraternal, el amor a las personas que le rodea, el amor filial, es decir a los hijos y por su puesto el amor a Dios, nuestro Creador.

En los días que vivimos, es mas importante que nunca practicar y vivir en amor, se que es difícil, pero con el Espíritu Santo que nuestro Señor no da, es posible superar las dificultades de este mundo actual.

Ahora querido amigo y amiga, me despido, deseando que el buen Señor te bendiga y te guarde, que ponga la paz en ti y los tuyos. Así sea, Amen.

Por Rafael Arriaza, Adventista, economista, Chileno / Español.

 

 

 

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