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EL TELÉFONO CELULAR DE DIOS

Me invocará, y yo le responderé; con él estaré yo en la angustia; lo libraré y le glorificaré.
Salmo 91:15
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Hemos comentado anteriormente  las maravillas de la telefonía celular. Gracias a los teléfonos celulares podemos estar comunicados en cualquier momento y lugar: mientras vamos al colegio, al mirar televisión, cuando estamos en un campamento con la iglesia, de vacaciones con la familia, manejando el auto o a punto de dormir. Si tenemos un celular a mano, podemos comunicarnos sin ningún problema con la persona que se nos ocurra en el lugar menos imaginado.

Pero, a pesar de todas sus ventajas, el teléfono celular tiene sus limitaciones. Puede quedarse sin  batería en el momento más inoportuno, que no tenga «créditos» para continuar  con la llamada, que su antena no capte la señal, que el receptor esté ocupado con otra llamada o sencillamente que esté apagado.

El teléfono celular que posee Dios para comunicarse con nosotros es parecido en algunos aspectos al inventado por el hombre. Ese teléfono lo llamamos oración y nos permite hablar con nuestro padre en cualquier situación. No importa  cuán apurados estemos, que el lugar sea el más inhóspito del planeta o que estemos solos o acompañados, la comunicación puede realizarse igual. Si marcamos el número: «Padre nuestro que estás en los cielos», la llamada se realizará con seguridad  y nunca  tendremos  la  línea  ocupada. Tampoco escucharemos esa voz femenina que dice: «El número solicitado está fuera del área de cobertura o apagado», y jamás las baterías estarán sin carga o nos quedaremos sin crédito para hacer la llamada. La comunicación siempre se realiza, y en «el otro lado» siempre hay Alguien que nos escucha.

Quizás estés pensando: «Es cierto todo esto, pero sería lindo escuchar una voz audible que nos diga: ‘hijo mío, ¿qué necesitas?'» Y tienes razón. Por vivir en este mundo de pecado y de maldad, debemos ejercer la fe para creer que Dios nos escucha, pero no se trata de una fe asentada sobre la nada, porque ese mismo Padre que reina en los cielos nos prometió: «Me invocará, y yo le responderé; con él estaré yo en la angustia; lo libraré y le glorificaré».

Empieza este día comunicándote con tu Padre celestial, y recuerda que él está esperando tu llamada.

 Por David Brizuel

 

2 comentarios en «EL TELÉFONO CELULAR DE DIOS»

  1. Hermano querido en Cristo:
    ¿Que a tiempo leí la página? Y entendí que Dios tiene angeles de piel para renovarnos las fuerzas cada día, nunca sabrán cuanto necesitaba leer esto, en este momento, mil gracias, dentro de otras cosas pido oración para superar el temor de conducir y que Dios me ayude en la primera prueba teórica de este proximo lunes. Martha y Alfredo.

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    • Estimada Martita: Muchas gracias por tu comentario, efectivamente Dios siempre nos recuerda a través de diferentes medios y en forma muy oportuna que ÉL está presente en todas nuestras inquietudes y necesidades. SI estaremos orando por ti, ya veras que tu licencia de conducción estará en tus manos. Bendiciones.

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