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ENVEJECER CON JESUS

Delante de las canas te levantarás y honrarás el rostro del anciano, y de tu Dios tendrás temor. Levitico 19:32.

Ya cumplí 77 años, ya no tengo la agilidad en mis pasos, mi memoria a veces falla, la fluidez en mis diálogos es mas lenta, si, ya soy un anciano y en estos días comencé a reflexionar sobre esta realidad, he vivido toda mi vida con el temor de Dios, es decir, con reverencia y respeto al creador y sus mandamientos, la enseñanza que te dan las escrituras y del amor de Dios.

Desde una perspectiva cristiana, la vejez no es una época de decadencia, sino de crecimiento espiritual y de servicio a Dios. Podemos seguir sirviéndole y transmitir nuestra fe a las generaciones más jóvenes, incluso ante limitaciones físicas o problemas de salud.
Salomon, el rey mas sabio de la antigüedad dijo: La cabeza canosa es corona de gloria, Y se encuentra en el camino de la justicia.(Proverbios 16:31)

En este último tiempo, he visto situaciones que me parecen increíbles, personas que te insultan por ser viejo, es decir, la vejez para algunas personas te lo encaran como si fuera un defecto, personas que abusan de tu buena fe y te quitan el dinero y te roban, aún peor, veo en mi propia familia,  a mi hijo, que se declara cristiano y líder de su iglesia, reniega  de su madre y no la quiere ver,  porque según el,  le pide favores que le quita su tiempo.  Este hijo nuestro se olvidó de todo el tiempo y dedicación que le dió su madre hasta el día que se casó. Después de su matrimonio se olvido de sus padres, y de las fiestas habituales en una familia como: Cumpleaños, Navidad y, Año Nuevos.  Increíblemente no vino a celebrar junto a nosotros la fiesta Aniversario de los 50 años casados.

Esto es la experiencia de mi vejez, entristece, pero el amor de Dios me sigue acompañando y bendiciendo. Hoy alabo a mi señor que me dio salud y sabiduría.
Dice Salomón: Buena es la sabiduría con herencia, y provechosa para los que ven el sol”.

Tal como dice la escritura todo tiene su tiempo lo acepto y lo asumo: “Hay un tiempo señalado para todo, y hay un tiempo para cada suceso bajo el cielo”. (Eclesiastes 3:1).

En mi experiencia y conocimiento que los años me han dado, la maldad y la bondad de cada persona es su propia responsabilidad, cada cual asumirá el dia del Señor.

Te dejo este versículo que nos dice cual es el todo de la finalidad de la vida de cada persona:
“El fin de todo el discurso oído es este: Teme a Dios, y guarda sus mandamientos; porque esto es el todo del hombre. 14 Porque Dios traerá toda obra a juicio, juntamente con toda cosa encubierta, sea buena o sea mal. (Eclesiares 12:3)

Rafael Arriaza, es chileno/español y trabajo por largos años en Chile.

 

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