Todo lo hizo hermoso en su tiempo; y ha puesto eternidad en el corazón de ellos, sin que alcance el hombre a entender la obra que ha hecho Dios desde el principio hasta el fin. ”. Eclesiastes 3:11.
Desde mi terraza en un séptimo piso, veo la montaña, la ciudad, el vecindario, está todo calmo en esta tarde de día Sábado. Algunos niños corriendo, una señora paseando su perro, todo verde y florido en esta estación primaveral. Linda vista y hermosa calma, y me vienen recuerdos de un versículo bíblico:
“Todo lo hizo hermoso en su tiempo; y ha puesto eternidad en el corazón de ellos, sin que alcance el hombre a entender la obra que ha hecho Dios desde el principio hasta el fin”. Eclesiastes 3:11.
Me trato de imaginar cómo sería en los tiempos de la creación, cual grande y hermoso seria el mundo de aquel momento, el perfume de las flores, el canto de las aves, el suave murmullo del riachuelo, y animales por doquier, yo solo tengo una gatita y un perro, pero en aquel tiempo habían leones, tigres, osos, ardillas corriendo por lo árboles, todos en plena armonía y tranquilidad, los animales eran cercanos al hombre.
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Mi Dios creó todo este hermoso universo, pero desgraciadamente, nosotros, los hombre destruimos toda la hermosura y la vida misma, esto en el pasado y hoy también en la actualidad. Demás esta decirte que la humanidad esta agonizante. Los mares, los ríos, están contaminados, así mismo los animales están muriendo en su entorno contaminado, la tierra tiembla y se queja con su estertor de la agonía, los volcanes rugen y destruyen todo a su paso.
Unos países se ahogan en vendavales de lluvias y otros secos, sin que les llegue el agua vital, para los hombres, criaturas y el campo.
El mismo “predicador” dice en su libro Eclesiastes 7:29:
«He aquí, solamente esto he hallado: que Dios hizo al hombre recto, pero ellos buscaron muchas perversiones».
Entonces buen amigo, ¿que hay para nosotros y nuestros hijos, tenemos alguna esperanza? Sí sólo una, la fe de Jesus, la promesa que nos dejó cuando estuvo en el pasado:
“Ellos se quedaron mirando fijamente al cielo mientras él se alejaba. De repente, se les acercaron dos hombres vestidos de blanco, que les dijeron: —Galileos, ¿qué hacen aquí mirando al cielo? Este mismo Jesús, que ha sido llevado de entre ustedes al cielo, vendrá otra vez de la misma manera que lo han visto irse”. Hechos: 1:10-11
Así es, querido amigo, estamos en el tiempo de la vuelta de Jesus a la tierra.
Y el no prometió:
“¡Miren que vengo pronto! Traigo conmigo mi recompensa, y le pagaré a cada uno según lo que haya hecho”. Apocalipsis 22:12
Y ademas agrega el Señor:
“Enjugará Dios toda lágrima de los ojos de ellos; y ya no habrá muerte, ni habrá más llanto, ni clamor, ni dolor; porque las primeras cosas pasaron. Apocalipsis 21:4”
Querido amigo y amiga, esta es la promesa, la esperanza que los cristianos tenemos, un mundo restaurado, con la presencia permanente de nuestro buen Señor, sin maldad, sin violencia, sin temores, sin enfermedad, el león pastara juntos con el cordero.
Amen, asi sea, ven Señor Jesus, te esperamos.
Rafael Arriaza, es Chileno / Español, MBA en Economía por la U. Autónoma de Madrid y Empresario en Chile
