Ahora bien, la fe es la garantía de lo que se espera, la certeza de lo que no se ve.
Hebreos 11:1
Samuel era el tipo de persona que te encantaría odiar. Siempre estaba de buen humor y siempre tenía algo positivo que decir. Cuando alguien le preguntaba cómo le iba, él respondía:
– «Para poder estar mejor tendría que ser mi gemelo».
-Era un gerente de restaurante único, porque tenía varias meseras que lo habían seguido de restaurante en restaurante. La razón por la que las meseras seguían a Samuel era por su actitud interior.
Él era un motivador natural:
Si un empleado tenía un mal día, Samuel estaba allí para decirle cómo ver el lado positivo de la situación. Ver éste estilo de persona realmente me causó curiosidad, así que un día fui a buscar a Samuel, y le pregunté:
-No lo entiendo … no es posible ser una persona tan positiva todo el tiempo .. . ¿Cómo lo haces?
Samuel, respondió:
–Cada mañana me despierto y me digo a mi mismo, ¡Samuel, tienes dos opciones hoy! Puedes escoger estar de buen humor o puedes escoger estar de mal humor. Escojo estar de buen humor.
Cada vez que sucede algo malo puedes escoger entre ser una víctima o aprender de ello.
Cada vez que alguien viene a mi para quejarse, puedo aceptar su queja o puedo señalarle el lado positivo de la vida. Escojo el lado positivo de la vida.
==> Seguir lectura
-¡Sí claro! Pero no es tan fácil -protesté.
-¡Sí lo es! –dijo Samuel.
–Cuando quitas todo lo demás, todo en la vida es asunto de elegir. Cada situación es una elección.
Tú eliges cómo reaccionar en cada situación. Tú eliges cómo la gente afectará tu estado de ánimo. Tú eliges estar de buen humor o de mal humor.
En resumen:
-¡Tú elijes cómo vivir la vida!
Reflexioné en lo que Samuel me dijo.
Poco tiempo después, dejé el rubro de los restaurantes para iniciar mi propio negocio. Perdimos el contacto, pero cuando tenía que hacer una elección en la vida, con frecuencia seguía el ejemplo de Samuel, en vez de reaccionar contra ella.
Varios años más tarde me enteré que Samuel hizo algo que nunca debe hacerse en un restaurante. Dejó la puerta trasera abierta una mañana y fue asaltado por tres ladrones armados. Mientras era obligado a abrir la caja fuerte, su mano temblando por el nerviosismo, resbalaban las combinaciones.
Los asaltantes, sintieron pánico y le dispararon. Con mucha suerte, Samuel fue encontrado relativamente pronto y llevado de emergencia a una clínica. Después de dieciocho horas de cirugía y semanas de terapia intensiva, Samuel fue dado de alta, aún con fragmentos de bala en el cuerpo. Me encontré con Samuel seis meses después del accidente. Cuando le pregunté cómo estaba me respondió:
– «Para poder estar mejor tendría que ser mi gemelo»… le pregunté qué pasó por su mente en el momento del asalto, y me contestó:
-Lo primero que vino a mi mente fue que debí haber cerrado la puerta con llave. Cuando estaba tirado en el piso, recordé que tenía dos opciones: Podía elegir vivir o podía elegir morir. Elegí vivir.
-¿No sentiste miedo? – le pregunté. Samuel, continuó:
-Los médicos fueron geniales. No dejaban de decirme que todo iba a andar bien. Pero cuando me llevaron al quirófano y vi las expresiones en las caras de médicos y enfermeras, realmente me asusté … podía leer en sus ojos:
-«Es hombre mueeeerto» … Supe entonces que debía tomar una decisión.
-¿Qué hiciste? -pregunté.
Bueno, uno de los médicos me preguntó si era alérgico a algo, y respirando profundo grité:
-«Sí, a las balas» … mientras reían, les dije:
-¡Muchachos, estoy escogiendo vivir!. .. «opérenme como si estuviera vivo, no muerto».
Es increíble lo bien que te hace en la vida una actitud positiva, la fe da esperanza y la esperanza te da la alegría en tu vivir. El rey Salomón no dice: El corazón alegre es buena medicina, pero el espíritu quebrantado seca los huesos. Proverbios 17:22). Cuando le consulté a mi médico acerca de la actitud en pacientes enfermos, el me comento que los pacientes optimistas, alegres son los primeros en sanar.
Hay que decir también, que las personas alegres con sonrisas amables y actitudes positivas, son los que mejor les va en su vida, en todo sentido, en su profesión, en su familia y en sus amigos. Entonces querido amigo lector, ¿Que eliges tu?, ¿la fe, el amor, la alegría,? o ¿la tristeza, el miedo, la inquietud?. Recuerda tu eliges.
Ahora me despido de ti deseando que el buen Dios te bendiga te guíe y te guarde y ponga en ti misericordia.
Autor Desconocido
un bonito regalo para comenzar el día
gracias
Hola Oscar, muchas gracias por tu comentario, me alegro haberte ayudado. Bendiciones.
excelente!!! gracias.
Gracias querida Lidia