Confiar en Dios es estar totalmente seguro de que uno va a recibir lo que espera. Es estar convencido de que algo existe, aun cuando no se pueda ver. Hebreos 11-1 (TLA)
Querido amigo, ¿te ha sucedido muchas veces que pides al Señor una bendición, una solución a tu problema y nada sucede?
Te digo, que esto me ha pasado y desespero por una respuesta del buen Señor y pienso: ¿Mi buen Dios, porque me tienes abandonado?, ¿Por qué no me respondes?, y luego me quedo pensando, seguramente me está castigando.
Cuando me enfermé duramente de mi espalda, con grandes dolores y sin poder caminar, mi fe flaqueó, desesperaba pensando que Dios no me amaba o se había olvidado de mi. Duros momentos y pensamientos tuve en aquellos días, sin embargo, al final de un tiempo, que para mi fue muy largo, el Señor me sacó de mi angustia.
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Yo no sé que era peor, si mi angustia por no sentir la respuesta de Dios o por mis dolores de la enfermedad, pero lo cierto fue que el día que salí de mi enfermedad, pude caminar y terminó mis dolores, todo volvió a la normalidad y en ese momento se abrió mi mente, mi fe y la alegría de conocer la voluntad del buen Señor, sí, el me ama.
Mirando hacia atrás y hasta los días de hoy, me doy cuenta de varias cosas, primero, mi fe se aumentó, mi cercanía a mi Señor también, y muy importante, me di cuenta que mi obligación y destino es ayudar a otras personas que están caídas, pasando por los duros momentos que Dios nos da, el crisol de la fe.
Así querido amigo, te digo desde estas líneas, si necesitas de un amigo con quien hablar, con quien compartir tu dificultades, tu dolor o tu desesperación por la falta de la respuesta de tus oraciones, ten valor y no pierdas la esperanza, puedes compartir conmigo, si quieres podemos orar juntos y pedir a Dios por ti, y pedir la restauración en tu vida. En este momento me recuerdo de un mensaje de Dios a Josué:
“Escucha lo que te mando: Esfuérzate y sé valiente. No temas ni desmayes, que yo soy el Señor tu Dios, y estaré contigo por dondequiera que vayas”. (Josue 1:9)
Si, Dios es nuestro seguro protector, y su promesa no es en vano: El nos dice: yo estareé contigo por donde quieras que vayas.
Ahora me despido con una antigua bendicion sacerdotal:
Jehová te bendiga, y te guarde;
Jehová alce sobre ti su rostro,
y ponga en ti paz.
“Números 6:24-26”
Rafael Arriaza, es Chileno / Español, MBA en Economía por la U. Autónoma de Madrid y Empresario en Chile.
Hola, es duro cuando el tiempo pasa y no ves una respuesta a tus oraciones en momentos de dolor, en mi caso mi hogar destruido después de 19 años, llegas a pensar que no eres digno de recibir el milagro por lo malo que has actuado, el abandono de tu esposa y verla mejor profesionalmente y con otra persona que incidió en el rompimiento del hogar es lo que piensas por respuesta, esperanza y recordar que dios actúo antes en tu vida es lo que te guarda de no caer en el de vivir la vida con desenfreno buscando fiesta y mujeres, como dicen y hasta ella pensaron que lo haría, muchas cosas han cambiado en mi, aunque la tristeza de mi situación por momentos te invade, fé palabra corta pero que en momentos se hace tan gigante que es difícil siempre guardarla en el corazón, admiro la gente que la tiene siempre impresa en su piel. Muchas gracias
Querido amigo Victor: Créeme que tus palabras me han entristecido. Efectivamente a veces, y no se porqué, buenas personas se encuentran en un túnel sin ver salida. Como dice el pastor Bullón, el mundo se ha trastornado, estamos de cabeza, y muchas personas no logran recuperase. En mi personal creencia, pienso que Satanas esta controlando este mundo. Veo males absurdos que nos aquejan, ya ves, la pandemia, la violencia de un país gigante a otro muy pequeño, muerte, destrucción, miedo y hambre por doquier. Estamos en los dias finales de la humanidad.
Yo y mi familia oraremos por tí, mi deseo y oración será que el Eterno y Poderoso te restaure, que el amor y la felicidad vuelva a ti. Amigo, ten valor y aférrate a las promesas del buen Señor, la Fe no te falte.
Bendiciones.