Respondiendo Jesús les dijo: Tened fe en Dios. Porque de cierto os digo que cualquiera que dijere a este monte: Quítate y échate en el mar, y no dudare en su corazón, sino creyere que será hecho lo que dice, lo que diga le será hecho (S. Marcos 11:22, 23).
Estas son tus opciones: quimioterapia o radiación, y ninguna de las dos están disponibles aquí. Llama a tu madre y pídele que haga los arreglos para que te realicen cualquiera de estos tratamientos en los Estados Unidos’: Estas fueron las palabras concluyentes del médico cirujano.
Inmediatamente llamé a mi madre y le pedí que le dijera a mi hermana menor, que era médica, que me llamara, a fin de poder leerle el diagnóstico que me habían dado en el laboratorio después de la lumpectomía. Ella respondió a mi llamada a altas horas de la madrugada, y me aconsejó que le pidiera serenidad a Dios y que hiciera los arreglos para viajar inmediatamente. Me dormí profundamente después de hablar con Dios.
Dejé a mi familia en Guyana y viajé a los Estados Unidos. Una semana más tarde, el cirujano llamó para confirmar mis peores temores: «Sí, tu diagnóstico es cáncer de mama». Tenía un monte frente a mí. ¿Cómo lo pasaría?
Lejos de mi esposo y mis hijos, soporté valientemente la quimioterapia y la radiación con los efectos secundarios de pérdida de cabello, debilidad y baja inmunidad. Pero confiaba en Dios, estaba segura de que él estaba conmigo. Mi familia y la iglesia en los Estados Unidos y en Guyana oraban por mí, mientras agonizaba día a día, apelando al Gran Médico durante cada sesión de tratamiento, recordando cada paciente, los oncólogos, las enfermeras e incluso la medicación que me administraban.
El apoyo de mi familia, mis amigos y los miembros del grupo de ayuda al que me uní, todos colaboraron en mi recuperación. Al leer libros de salud y sanidad, investigar en Internet y hablar con personas que sobrevivieron al cáncer, aprendí cuál es la dieta apropiada, la actitud correcta y las reglas generales de la salud que debo seguir a través de la enfermedad.
Adoptar una actitud de gratitud y alabanza ayuda a la sanidad. Dios todavía es bueno. Es poderoso para salvar y fuerte para liberar. Continuemos poniendo nuestra fe en el Gran Médico y confiemos en su corazón.
Ruby H Enniss-Alleyne
JESUS LO ES TODO.
Querido Bernardo: AMEN Dios te bendiga grandemente
Querida hermana me alegro de su recuperacion gracias a su Fe no podemos olvidar nunca que Dios es bueno todo el tiempo y todp el tiempo Dios es bueno muchas Bendiciones
Tengo a mi madre enferma de cancer ya tiene 70 años y aún sigue luchando desde su infancia con esta infame enfermedad, agradezco al Señor por mantenerla tan vital, aún así pasamos momentos muy dolorosos, quizás no tanto como ella al someterse a mas de 60 quimioterapias y ahora con radioterapias orales. Pero el Señor ha sido generoso y si tuviésemos fe, tal como dice el Señor, del tamaño de un grano de mostaza que no haríamos, pero nuestra fe decae tantas veces como nuestro estado de ánimo, debemos alimentarla, motivarla y para ello está la oración y la lectura de la Biblia.
Estimado Eduardo:
Siento gran pesar por la difícil situación que esta pasando tu querida madre. Solo te puedo decir que admiro tu gran fe y buena disposición ante el buen Señor. A veces nos pasan cosa que no podemos explicarlo, yo mismo vi morir a mi querida madre con un cancer, solo te puedo decir que oraremos por ti, para que estos días sean mas felices. Un gran abrazo y bendición.