“¡Ay de los que emiten decretos inicuos y publican edictos opresivos! Privan de sus derechos a los pobres, y no hacen justicia a los oprimidos de mi pueblo; hacen de las viudas su presa y saquean a los huérfanos. ¿Qué vais a hacer cuando debáis rendir cuentas, cuando llegue desde lejos la tormenta? ¿A quién acudiréis en busca de ayuda? ¿En dónde dejaréis vuestras riquezas?” Isaías 10:1-3 NV
Desde niño me he dado cuanta, con mucho pesar, que en este mundo existen personas indolentes, normalmente empresarios y políticos, que abusan de los menos afortunados, de los mas humildes, de los que no pueden defenderse. Caminan muy erguidos mirando siempre hacia arriba, sin mirar a los desamparados de este mundo, apiñan riquezas, mas y mas, sin nunca saciarse.
Sueldos paupérrimos, leyes injustas en pro de sus propios intereses, se llenan sus bolsillos y la de su prole. ¿Pero sabes algo? Dios los tiene en sus registros, tarde o temprano se hará justicia. “Mía es la venganza; yo pagaré. A su debido tiempo, su pie resbalará. Se apresura su desastre, y el día del juicio se avecina”. Dice Jehová. Deuteronomio 32:35
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En los tiempos que vivimos se ha acentuado aún mas el egoísmo y el desamor, esto está escrito en el evangelio de Mateo 24:12, por las propias palabras de Jesús: “y por haberse multiplicado la maldad, el amor de muchos se enfriará”. Seguro que tu ya lo has visto o quizás padecido, ya que se encuentra en todos los medios, políticos, religiosos, jueces, y muchos mas. Estos viven y mueren por su afán de poder y dinero, es posible que habrán algunos honestos, pero son la minoría.
Querido lector, si debo decirte que nuestro buen Jesús nos sostiene, nos defiende y nos protege de la maldad del mundo que nos rodea, no todo es malo: “Y sabemos que para los que aman a Dios, todas las cosas cooperan para bien, esto es, para los que son llamados conforme a su propósito». Romanos 8:28.
Entonces querido amigo te digo, el señor Jesús está pronto a venir de nuevo y va hacer justicia y reunir a los suyos, a aquellos cristianos que frente a las dificultades siempre estuvieron de la mano del Salvador. Entonces te digo, se fuerte y valiente, y cree en las promesas que nos dejó nuestro buen Señor: “Y oí una gran voz del cielo que decía: He aquí el tabernáculo de Dios con los hombres, y él morará con ellos; y ellos serán su pueblo, y Dios mismo estará con ellos como su Dios. Enjugará Dios toda lágrima de los ojos de ellos; y ya no habrá muerte, ni habrá más llanto, ni clamor, ni dolor; porque las primeras cosas pasaron”. Apocalipsis 21:3-4.
Desde aquí te deseo grandes bendiciones, que Dios te guíe y te guarde.
Rafael Arriaza, es Chileno / Español, MBA en Economía por la U. Autónoma de Madrid y Empresario en Chile
LO UNICO QUE TENGO ES ESPERANZA Y FE QUE EL SEÑOR CASTIGARA A TODOS AQUELLOS QUE ABUSAN DE LOS MAS PEQUEÑOS, LOS NIÑOS, LOS ANIMALITOS QUE NO PUEDEN HABLAR NI DEFENDERSE, ESO ME MANTIENE CUANDO SE DE ESTOS MALTRATOS Y ABUSOS Y NO PUEDO HACER NADA, PIDO Y RUEGO QUE ESO SE CUMPLA COMO TODAS LAS PROMESAS DE NUESTRO SEÑOR. AMEN.
Hola Mariella: Así es las promesas del buen Señor siempre se cumplen.