Existe una antigua leyenda que dice que, si colocas una rana en una olla con agua fría y la pones al fuego, la rana permanecerá tranquila nadando. El agua comenzará a calentarse lentamente, pero la rana no notará el peligro, hasta que, sin darse cuenta, el agua hierva… y muera.
Hoy, muchas personas viven y mueren como esa rana. Están tan acostumbradas a su entorno que no perciben los cambios que las rodean. El ambiente se vuelve cada vez más hostil, pero permanecen indiferentes, sin reaccionar ante las señales de peligro, hasta que es demasiado tarde.
En los últimos años, el mundo ha experimentado eventos cada vez más intensos y frecuentes:
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Una pandemia global que cobró millones de vidas y alteró el curso de la historia.
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Guerras prolongadas, como la de Rusia contra Ucrania, y conflictos en Israel con Hamas, Irán y otras naciones.
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Amenazas nucleares que ponen al mundo al borde de una catástrofe.
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Desastres naturales: terremotos devastadores, tifones, tsunamis, incendios forestales e inundaciones en grandes ciudades.
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Creciente violencia, inseguridad y una profunda degradación moral.
Muchos se preguntan: ¿Qué está pasando? ¿Qué será de nosotros?
La respuesta ya fue dada por Jesucristo hace más de dos mil años. En Mateo 24, Él advirtió a sus discípulos:
“Mirad que nadie os engañe. Porque vendrán muchos en mi nombre, diciendo: Yo soy el Cristo; y a muchos engañarán. Y oiréis de guerras y rumores de guerras; mirad que no os turbéis, porque es necesario que todo esto acontezca; pero aún no es el fin. Porque se levantará nación contra nación, y reino contra reino; y habrá pestes, y hambres, y terremotos en diferentes lugares. Y todo esto será principio de dolores.” (Mateo 24:4-8)
Cuando los discípulos le preguntaron cuándo sucedería esto, Jesús respondió:
“Pero del día y la hora nadie sabe, ni aun los ángeles de los cielos, sino solo mi Padre.” (Mateo 24:36)
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Hoy, Dios nos llama a no dormirnos como la rana en el agua. Los acontecimientos del mundo son señales de que Su venida está cerca. Es tiempo de despertar, arrepentirnos y volver a Cristo, porque solamente en Él hay salvación y esperanza eterna.
“Velad, pues, porque no sabéis a qué hora ha de venir vuestro Señor.” (Mateo 24:42) Y Jesus y agrega: «Mas como en los días de Noé, así será la venida del Hijo del Hombre. 38 Porque como en los días antes del diluvio estaban comiendo y bebiendo, casándose y dando en casamiento, hasta el día en que Noé entró en el arca, 39 y no entendieron hasta que vino el diluvio y se los llevó a todos, así será también la venida del Hijo del Hombre».(Mateo 24:37:39)
Querido amigo y amiga, espero que este mensaje te ayude a entender los sucesos en nuestros días, si lo deseas, y quieres saber mas de estos temas u otros que sean de tu interés, te invito a contactarnos, hemos creado un grupo conversacional, de los diferentes temas que usualmente nos inquietan, Estas reuniones las hacemos los Miércoles de cada semana via internet.
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