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La Vida es Bella

“Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, con todo tu ser, con todas tus fuerzas y con toda tu mente”, y Ama a tu prójimo como a ti mismo.” Lucas 10:27

La madre Teresa de Calcuta comenzó su ministerio a temprana edad, hija de padres acomodados, eligió tomar un apostolado de servir a los más pobres y desvalidos de la sociedad, dio atención médica a personas con enfermedades terminales, en el año 1979 recibió el mayor reconocimiento mundial con el Premio Novel de la Paz.

“No podemos hacer grandes cosas, pero sí cosas pequeñas con un gran amor”, es un pensamiento que esta servidora del Señor nos daba.

Volviendo a los evangelios, Jesús nos dio grandes lecciones de amor, la mayor de todas es su muerte en la cruz.  Sin embargo quisiera comentarte la lección que nos entregó en su parábola del “Buen Samaritano”, (Lucas 10:25-37). Aquí Jesús nos cuenta  quien es nuestro prójimo y como debiera ser nuestra actitud de amor, te cito parte de la historia que la puedes encontrar completa en tu Biblia.

Bajaba un hombre de Jerusalén a Jericó, y cayó en manos de unos ladrones. Le quitaron la ropa, lo golpearon y se fueron, dejándolo medio muerto. 

Resulta que viajaba por el mismo camino un sacerdote quien, al verlo, se desvió y siguió de largo. Así también llegó a aquel lugar un levita, y al verlo, se desvió y siguió de largo.  

Pero un samaritano que iba de viaje llegó a donde estaba el hombre y, viéndolo, se compadeció de él. Se acercó, le curó las heridas con vino y aceite, y se las vendó. Luego lo montó sobre su propia cabalgadura, lo llevó a un alojamiento y lo cuidó.  Al día siguiente, sacó dos monedas de plata y se las dio al dueño del alojamiento. “Cuídemelo —le dijo—, y lo que gaste usted de más, se lo pagaré cuando yo vuelva.”  ¿Cuál de estos tres piensas que demostró ser el prójimo del que cayó en manos de los ladrones? – Lucas 10 30:35 

¿Crees que en nuestros días el amor es importante?, ¿Cómo sería el mundo si existiera más amor entre nosotros? En esta parábola vemos cómo un sacerdote y un levita, ambos clérigos de la época pasan indiferentes ante el dolor del caído, es muy probable que ambos clérigos fueran rumbo a Jerusalén a oficiar en el Templo. Sin embargo el Samaritano movido a compasión le tendió la mano al hombre golpeado, y no sólo esto, dio todo lo que tenía para asegurar que la víctima se recuperara.

Es importante destacar, que los samaritanos y judíos constituían rivales irreconciliables; unos a otros se consideraban herejes.

Querido amigo, te invito a que seas un eslabón más de una cadena de amor, que reflejes el amor de Dios a tu alrededor, esto te llenará de alegría tu vida y a los tuyos, hagamos de tu entorno un mundo mejor, sin prejuicios ni temores, ayudando a quien lo mas necesita,  en  un mundo de amor cristiano, Dios te bendiga,  te guíe y te guarde y termino diciéndote, La Vida es Bella.

Rafael Arriaza, es Chileno / Español, MBA en Economía por la U. Autónoma de Madrid y Empresario en Chile

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