“El que sabe hacer el bien y no lo hace, comete pecado”.
Santiago 4:17
Cuando pequeño, ingresé al colegio de la Salle por allá en Estación Central. Mis padres eran comerciantes, tenían un restaurante en ese barrio y no tenían tiempo para cuidarnos. Así en los dos primeros cursos básicos estuve internado.
Allí conocí los principios básicos cristianos, recibí una muy buena educación, que hoy no veo en los jóvenes, la escala de valores se ha distorsionado a medida que “avanza” la civilización.
Algunos de mis hermanos de iglesia me dicen que tengo mal carácter, y en cierto modo lo tengo. Pero ese mal carácter es selectivo, no me molesto por las cosas que me hieren a mí, me molesta las malas acciones de personas que sabiendo lo que deben hacer, no la hacen.
Por estos días vemos que curas abusan de menores, políticos que malversan fondos públicos, hijo de la mandataria que se aprovecha de su posición privilegiada y profita de ella, policías que roban o asaltan, dirigentes de futbol que hacen malabares para enriquecimiento ilícito, empresarios que se coluden para ganancias ilícitas, y pastores que no lo son, son mas bien personas que trabajan por un salario, en un horario, en un lugar sin preocuparse realmente del prójimo como Jesús dio el ejemplo. ¿Qué está pasando en nuestro mundo?
Estoy consiente que este mensaje me traerá muchísimas críticas y quizás problemas, pero como dijo una vez un amigo, “la vida es ruda, usa un casco” y ya lo tengo.
¿Sabes?, el hermano Camilo, en el colegio de la Salle, me enseñó en su clase de Religión que teníamos cada mañana en este colegio, la historia de buen Samaritano, si no la recuerdas, te la cuento ahora brevemente. Esto lo contó Jesús. (Lucas 10:25-37)
Bajaba un hombre de Jerusalén a Jericó, le salieron al paso unos maleantes quienes lo golpearon y lo dejaron medio muerto y desnudo en el camino, por allí pasó un sacerdote, lo miró y siguió de largo, después pasó un levita, lo miró y siguió de largo, supuestamente “tenían otras asuntos mas urgentes e importantes que hacer”, sin embargo mas tarde pasó un samaritano, los samaritanos eran personas despreciables para los judíos, no tenían la integridad de un judío según ellos. El samaritano, lo recogió, lo subió a su caballo y lo curó, lo llevó hasta una posada y lo dejó encargado al posadero, le dejó dinero y le dijo que si necesitaba mas, él pasaría de vuelta y lo pagaría. ¿Quién crees tú que de estos tres personajes era un cristiano?
Como tú puedes ver, el hábito no hace al monje ni al pastor, esto lo hace su verdadero amor cristiano.
En este mes, vinieron dos misioneros desde España para iniciar una labor de rehabilitación en las cárceles, la iniciativa era cumplir las palabras de buen Señor Jesús, “…tuve preso y me visitaste…”, esto implica una labor cristiana y comunitaria, pero desgraciadamente, no hubo eco en la autoridades de mi iglesia, ellos se volvieron con las manos vacías y con gran decepción. Esta iniciativa se abortó.
La explicaciones que escuché son: “es la voluntad de Dios”, “estamos en los últimos tiempos, ya nada importa, nada que hacer”. Ni lo uno ni lo otro, Es evidente que Dios desea auxiliar al caído, y es evidente que aún cuando estemos en los últimos días de la humanidad, todo importa, la maldad y el desamor aumentará, pero nuestra fe y amor aumentará también en la misma proporción.
Querido amigo que me lees, te doy las gracias por tu paciencia y bondad, y de aquí te digo, que aún cuando los valores y la maldad aumentan, no te dejes amilanar, Dios siempre está presente, los perversos y la maldad no prevalecerá, llegará el día no muy lejano, que Jesús mismo con su voz de mando, te alzará a los cielos y a los otros les dirá:
“Apártense de mí, malditos, al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles. Porque tuve hambre, y ustedes no me dieron nada de comer; tuve sed, y no me dieron nada de beber; fui forastero, y no me dieron alojamiento; necesité ropa, y no me vistieron; estuve enfermo y en la cárcel, y no me atendieron.”
Ellos también le contestarán: “Señor, ¿cuándo te vimos hambriento o sediento, o como forastero, o necesitado de ropa, o enfermo, o en la cárcel, y no te ayudamos?” Él les responderá: “Les aseguro que todo lo que no hicieron por el más pequeño de mis hermanos, tampoco lo hicieron por mí.” Mateo 25: 41-45
Rafael Arriaza, es Chileno / Español, MBA en Economía por la U. Autónoma de Madrid y Empresario en Chile
Es muy cierto lo que escribe hno; el ser humano se a apartado de Jesús, y en el dia a dia todos cometemos errores, pecados. Respecto a su comentario es asi no existe el respeto por nada ni nadie es lamentable que los valores desaparecieran. Mis bendicioned.
Estimado Freddy: Gracias por tu comentario y comprensión. Solo pido a Dios, que las personas miren mas a su prójimo, que desarrollen la empatía y que los cristianos investidos como líderes de su fe, miren y actúen conforme a lo que profesan y han aprendido de los evangelios del amor que nos enseñó Jesus. Bendiciones.
muy cierto,
Gracias Eduardo.
Querido Amigo: No te desgastes preocupándote cuanto mal hacen los demás. Concentrémonos nosotros en buscar caminos que nos conduzcan siempre a hacer el bien. Te digo esto porque yo, aún teniendo Fe y creyendo comprender el mensaje de Dios, no siempre hago el bien.
Un un fraternal Saludo
Estimado Victor: Muy cierto lo que tu dices, lamentablemente, en lo que a mí me ha tocado vivir, he visto con mucha tristeza el grave perjuicio en personas cercanas que ha provocado el actuar irresponsable y muy poco cristiana. Hay quienes viven sin ninguna empatía por sus semejantes.