De lo profundo, oh jehová, a ti clamo. Señor, oye mi voz; estén atentos tus
oídos a la voz de mi súplica (Salmo 130:1, 2).
Mi esposo era un hombre cariñoso y bondadoso, y en nuestro hogar todo funcionaba felizmente bien. Pero no teníamos hijos, así que oré con el deseo de que Dios me enviara una niña. Dios escuchó mi oración y yo estaba muy feliz, aunque desilusionada, de que Dios me diera un hijo varón. No obstante, acepté su regalo y nuestro hogar se llenó de amor, paz y felicidad. ¡Amaba tanto a mi bebé! Me hacía feliz verlo sonreír y mover sus manos y piernas. Pasaba la mayor parte del tiempo cuidándolo y jugando con él.
A medida que el niño comenzaba a crecer, también lo hicieron nuestras expensas. Mi salario era escaso, así que tenía que trabajar horas extras para satisfacer las necesidades de la familia. Mi esposo también parecía estar muy ocupado. No sabía lo que estaba haciendo, pero no me estaba prestando mucha atención a mí, ni a nuestro hijo. Muchas veces quería cuestionarlo, pero me sentía rechazada. Luego, pensaba que se podría sentir herido, así que permanecía en silencio ocupada con las responsabilidades del hogar.
Finalmente me di cuenta de que se estaba alejando de mí y que tenía una aventura amorosa con otra mujer. Mi corazón se hizo pedazos. Traté de ganarlo nuevamente, pero no me respondía. Lloré y oré a Dios, pero no se producían cambios en él. En realidad, me trataba mal, buscaba una pelea y me insultaba. Toda mi felicidad se volvió en pesar. Me llené de remordimiento y enojo, y comencé a experimentar una aflicción mental severa. Pedí ayuda a Dios, pero nada parecía funcionar en mi favor.
Una vez, estaba tan enojada que pensé en asesinar a la mujer que me había quitado la felicidad y la paz mental. Día y noche pensé en cómo quitarle la vida. Grité a Dios con desesperación, y él tocó mi corazón. Me di cuenta de que lo que estaba planificando estaba mal, y le pedí a Dios que me perdonara. Aunque mi esposo no volvió a mi lado, Dios me dio fuerza y valor para vivir sin él. Le agradezco porque sujetó mi mano para que no cometiera asesinato. Si eres maltratada, insultada o enfrentas cualquier dificultad o problema, ¡confía en el Señor! ¡Él te librara! Ahora estoy casada con un hombre amable, gentil y cariñoso. Mi vida es mucho más feliz que nunca antes. ¡Dios me oyó!
Esther Kujur: Estudió en St. Ignatius High School, Gumla, Vive en Nueva Delhi
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Bueno mi historia es algo parecida pero al reves.por trabajar tanto mi esposa busco otro hombre, yo no habia dado cuenta de esto y ya habia pasado 1 año que se visitaban y al enterarme de todo decidi irme de la casa dejandola para que siguiera su vida yo me volvi a acercar a Dios para que me diera fuerzas de superarme como persona ya que yo pense en matarme, pero no es esa la solucion, si no la solucion de nuestros problemas esta en Dios, se fueron a la basura 16 preciosos años, pero Dios tiene algo mejor para mi. Bendiciones para todos.
Querido amigo, muchas gracias por tu testimonio, la esperanza está en Jesus, esto no es una retórica, es una verdad, pide al buen Señor y El te lo dará, yo también me uniré a tu oración cada día para pedir para ti una buena compañera. Bendiciones.
Dios bendiga a todos los que leen estas reflexiones, en especial al ministerio.
Solo deseo solicitaar oracion por mi hija Charity Belen, pues en sus 19 años y en rebeldia para con Dios se ha alejado de su presencia y aun mas se ha declarado lesbiana y vive con su pareja. Solo creo y confio que Dios es el unico que puede regresarla a sus caminos, gracias a ustedes pues se que estaran orando por Charity.
En Cristo….
Marcos Rodrigo…
Estimado Marcos:
Lamento el mal momento que estas pasando. Con mucho gusto estaremos orando por Charity, para que nuestro buen Señor toque su corazón y vuelva a ti y sus caminos. Bendiciones.