Y si me fuere y os preparare lugar, vendré otra vez, y os tomaré a mí mismo, para que donde yo estoy, vosotros también estéis. Juan 14:3.
Por la bondad de Dios, hoy estás de pie y viva otra vez. El Señor veló tu sueño. Estuvo a tu lado. Puedo imaginarlo mullendo tu almohada para que pudieras dormir bien. Él se ocupa de esos detalles tiernos. Eres lo más importante para él, dormida o despierta. No te deja sola ni una milésima de segundo. Comprende que tienes grandes responsabilidades que cumplir. Sabe que quizás eres madre, esposa, profesional, consejera, amiga, hija; en fin, sabe que tu vida es un verdadero trajín.
Con magnánimo amor, el Señor dedica su tiempo para estar a tu lado de manera real y continua. Muchas personas acuden a él todos los días. Entre esas personas estás tú, y jamás has sido olvidada ni, mucho menos, pasada por alto. Nunca estás sola, por más que así lo parezca.
Ahora, déjame preguntarte: ¿Qué es lo más importante para ti cada mañana? ¿Salir de la cama como un bólido a preparar el desayuno? ¿Tirar las cobijas a un lado y correr hacia la cocina? ¿Arreglarte, prepararte, y salir apresurada al tránsito matutino, rumbo al trabajo? ¿Discutir con los niños que no quieren levantarse para ir a la escuela? ¿Ir a «apagar fuegos» en un puesto ejecutivo? Si es así, ¿cómo terminas el día?
Como adventistas, nuestros corazones anhelan la segunda venida del Señor. Decimos estar preparándonos para ese gran acontecimiento.
Al despertar y ver la luz de un nuevo día, recuerda que Jesús está alli al pie de tu cama, esperando a fin de ayudarte a empezar ese nuevo día que él mismo te ha regalado. ¡Míralo! Está con los brazos abiertos para darte un abrazo que dé fuerzas para enfrentar los retos del día. No corras a ningún otro lado. Corre primeramente a los brazos de Jesús.
Ese encuentro con Jesús cada madrugada marcará el inicio de una verdadera preparación para su pronta venida, y transformará tu vida en bendición para otros.
De Jardines del Alma: Evidelia Gómez.
Muchas gracias Rafael.
El contenido de paz que deja en mi corazón este mensaje es incalculable, que bueno es tener quien nos ame así sin pedir nada a cambio, solo que seamos un canal de bendicion los unos con los otros,orare para que cada día Dios nos hable al corazón mediante un siervo como tu, que puede enviar el mensaje preciso en el momento oportuno. Guiado por su santo espiritu, no dejes de hacerlo me alimenta el alma y hace crecer mi esperanza de un día mejor. saludos
Martha
MUCHAS GRACIAS Martita, es un agrado verte y leer tus comentarios.Bendiciones