Fue así como Dios creó al ser humano tal y como es Dios. Lo creó a su semejanza. Creó al hombre y a la mujer, y les dio esta bendición: «Quiero que se reproduzcan, quiero que se multipliquen, quiero que llenen la tierra y la pongan bajo su dominio. Génesis1:27
Desde que yo era un niño, me enseñaron que el matrimonio es entre un hombre y una mujer. Pasaron los años, y ahora que ya soy un adulto, me doy cuenta que esta enseñanza está siendo sometida a otra realidad, de acuerdo, movimientos sociales y los políticos de la nueva era, nos someten a una nueva situación, el matrimonio puede ser entre personas del mismo sexo.
En la antigüedad existieron unos pueblos llamados Sodoma y Gomorra, estos países estaban cerca del Mar Muerto. Según el relato de la Biblia en el capítulo 18 del Génesis Dios reveló a Abraham que destruiría Sodoma por medio de fuego y azufre, porque su pecado era muy grave e irreversible, y solo Lot y su familia podrían ser salvados. El pecado que Dios no aceptaba era la perversión que allí se practicaba, es decir la relación entre personas del mismo sexo la cual sobrepasó todos lo límites, para darte una idea, cuando los ángeles llegaron a visitar la ciudad, donde vivía Lot sobrino de Abraham, quisieron abusar de ellos, sí de los propios ángeles.
Nos dice la biblia, en su capítulo 19, que Dios destruyó estas ciudades con fuego y azufre, no dejando nada en su lugar. Sodoma pasó a la historia y sólo quedó la palabra “sodomita”, refiriéndose a los que practican el homosexualismo.
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Para algún lector de estas líneas, le sonará este mensaje como homofóbico, retrogrado, fanático religioso y algo mas, pero por favor, no te equivoques, nada de esto, sólo creyente cristiano. Quien haya crecido en la fe cristiana, tiene mucho que decir en cuanto a esto. El verdadero cristiano es conocedor de las Escrituras y sus enseñanzas, conoce los caminos del Señor y tiene la Esperanza que el buen Señor un día volverá par vivir en un hermoso reino con moradas para sus hijos. Naturalmente que para poder llegar a este paraíso, requerimos ser personas santas. “ Porque escrito está: Sed santos, porque yo soy santo”. (1 de Pedro 1:16) Es decir, libres de pecados.
En estos días se está intentando entre un grupo pequeño de la sociedad chilena, el empujar leyes igualitarias, favoreciendo el crecimiento de costumbre paganas y lejanas a la voluntad de Dios, matrimonios entre personas del mismo sexo y aun peor, la adopción de niños en estos matrimonios de homosexuales. Te pregunto desde estas líneas; ¿Qué se pretende con esta acción?, ¿Beneficia a los pequeños esta acción?, ¿Puede el bebé o niño aceptar libremente ser parte de una pareja del mismo sexo?
Yo no me imagino cuales serían las complicaciones de un niño creciendo en un ambiente así, no me imagino yo siendo niño, levantarme ir a la pieza de mis padres y ver a dos hombre o muejeres abrazados amorosamente. Tampoco me imagino este niño en el colegio viendo y comparando su realidad, con otros compañeros.
“De tal palo, tal astilla: los padres como modelo”. Los padres son las personas a las que más tiempo ven los hijos, y, por tanto, de las que más aprende. Así, es lógico; que para el niño, sus padres son el marco de referencia, lo primero que conocen y, por tanto, lo que consideran único y verdadero, sin cuestionarse nada más. El estilo de comportamiento y el patrón de conductas que seguirá ese niño en sus próximos años dependen en gran parte de esta etapa. Y esto sirve tanto para conductas positivas como para negativas. ¿Qué ocurre entonces cuando tiene como padres una pareja de sexos iguales?, ¿El o los hijos de ambos tendrán un comportamiento homosexual?. Esto que afirmo, no es una teoría, está basado en los estudios de psicologia actuales de los niños.
Pregunto; ¿Por qué forzar la naturaleza de la creación?, ya vemos que todo lo antinatural en este mundo ha llevado a nuestro planeta a un desastre sin retorno, el clima y la naturaleza ya no es lo que era, todos sabemos que las consecuencias del cambio climático la estan sufriendo en todo el mundo, con inundaciones y desastres “naturales” . Así llevaremos tambien los cambios sociales forzados a un camino irreversible de la sociedad.
Los niños tienen sus derechos humanos inalienables, ya estan declarados mundialmente: el niño tiene derecho a la educacion, el niño tiene derecho a no trabajar, el niño tiene derecho a ser feliz, el niño tiene derecho a ser niño. Asi de simple, y nadie tiene derechos sobre los derechos del niño, ni los homosexuales, ni los políticos ni entidad alguna, Dejemos que los niños crezcan como todos los niños, teniendo la imagen del padre y de una madre, dejemos que los niños decidan en sus vidas sin interferencias ajenas o egoístan que sólos buscan lo suyo.
Es un deber de todo cristiano, luchar por sus principios, levantar la voz ante sus gobernates y la sociedad entera, no somo fanáticos, retrógrados ni faltos de amor, al contrario, abogamos por el amor al prójimo según las leyes que nos dejó Jesus, en consecución de hacer caminos para la salvación.
Jesus mismo nos dijo:
«Dejen que los niños vengan a mí, y no se lo impidan, porque el reino de los cielos es de quienes son como ellos». (Mateo 19:14)
Y ademas no dice:
“Mejor le sería si se le colgara una piedra de molino al cuello y fuera arrojado al mar, quien hacer tropezar a uno de estos pequeños”.(Lucas 17:2)
No me imagino a Jesus ni sus santos seguidores siendo retrógrados o fanáticos, fueron solo santas personas que seguían la voluntad del buen Señor. Si una persona decide ser o es en su naturaleza homosexual, tiene que entender que sus derechos llegan solo hasta las personas que no lo son, el mismo respeto que un homosexual pide, tambien se lo merece el otro, y no por esto es mas o es menos que el otros, Dios juzgará lo que corresponda.
Ahora me despido deseándote grandes bendiciones del Señor, que te ayude y te guie, especialmente en estas fechas que se eligen nuevos gobernantes, para que elijas personas cristianas y obedientes a la ley de Dios.
