“Bienaventurado el hombre que halla la sabiduría, y que obtiene la inteligencia; porque su ganancia es mejor que la gnanacia de la plata, y sus frutos más que el oro fino”. Proverbios 3:13,14
La ignorancia es una excusa y, en muchas ocasiones, necedad encubierta. Muchos son orgullosos de lo que ignoran, y llegan a considerar que esa actitud es la correcta, sin darse cuenta de que es el preámbulo para toda una existencia cargada de mitos, boberías, prejuicios e ideas que traen confusión, sufrimiento y perversión.
Con ironía, el escritor francés Francois de la Rochefoucould sostiene que hay tres tipos de ignorancia: “no saber lo que debiera saber, saber mal lo que se sabe y saber lo que no deberia saberse”.
Cuando se es niño, es justificable que ciertas cosas se ignoren; pero, cuando se es adulto, “no saber lo que debiera saberse” es irresponsabilidad. Cada persona tiene el deber, consigo misma de descubrir qué es y qué no es correcto. Es preciso tener una actitud de constante búsqueda; de no quedarse estancado en ideas que pueden haber cambiado; de exponerse a la posibilidad de críticas los conceptos que se ha adquirido con el tiempo.
En una ocasión, impartíamos un estudio bíblico a una pareja de ancianos campesinos. En el material que utilizábamos para ilustrar un punto se hacía una mención a la experiencia de los astronautas en la luna.
Cuando leí aquello, el hombre me miro y me dijo:
-¿Cómo es eso de que alguien fue a la luna?
Le di una explicación corta de los hechos, mencionando fechas y nombres. El hombre se quedó mirándome y, de pronto, me dijo:
-Quiero que se vaya de mi casa; no acepto que me cuenten mentiras.
Al recordarlo, me da risa, aunque en realidad la ignorancia es una tragedia.
También hay personas que buscan salir de la ignorancia, pero sin darse cuenta de que “conocen mal lo que dicen saber”. Han buscado la información en el lugar equivocado y han obtenido una información tergiversada. Eso es tan nefasto como no saber.
Nadie nació sabiendo. De eso estamos seguros; pero, en la práctica, muchos actúan como si tuvieran todas las respuestas. Como si por el solo hecho de existir ya no tuviesen necesidad de descrubrir nada, porque todo lo tendrían en su mente de manera natural.
Miguel de Unamuno solía decir que las personas que no leen son peligrosas, y he llegado a creerle; porque la ignorancia fomenta el fanatismo, la intolerancia, el extremismo, la tiranía y la sospecha al libre pensamiento. Crecer en pareja no es para ignorantes, sino para personas que están constantemente abiertas al aprendizaje.
¿Has aprendido algo nuevo hoy? Si no has aprendido nada, ¿No te habrás muerto?
Miguel de Unamuno solía decir que las personas que no leen son peligrosas, y he llegado a creerle; porque la ignorancia fomenta el fanatismo, la intolerancia, el extremismo, la tiranía y la sospecha al libre pensamiento,
Creo que esta es una gran verdad, por lo que se debe difundir aún mas lecciones de aprendizajes para aquellos que no conocen otro camino .
ok
Absolutamente de acuerdo, muchas gracias por tu comentario
Desde la bella Isla de Cuba y con residencia en Chie, quiero unirme a la oración.Por esta pagina, que más que un mensaje de paz, es alivio y descanso en aquel que envió un ángel a decirnos «No teman que hoy ha nacido en la cuidad de David un salvador que es Cristo Jesús. QUE PUEDA NACER EN TU VIDA HOY Y QUITAR TODOS TUS TEMORES.Es mi sincero deseo en esta navidad. Martha Alvarez.
Estimada Martha, muchas gracias por tu bonito comentario. Grandes bendiciones para ti y toda tu familia donde quieran que estén.
«La ignorancia es una excusa y, en muchas ocasiones, necedad encubierta. Muchos son orgullosos de lo que ignoran, y llegan a considerar que esa actitud es la correcta, sin darse cuenta de que es el preámbulo para toda una existencia cargada de mitos, boberías, prejuicios e ideas que traen confusión, sufrimiento y perversión».
No puedo estar más en desacuerdo con esta PREMISA: Personalmente, no soy necio, para nada me siento ni mitómano, ni bobo, ni confuso, menos sufrido ni perverso, al «SENTIRME ORGULLOSO» de ser un completo ignorante en fútbol.
Como no me gusta ese deporte, cuando empiezan las noticias sobre el, cambio de canal de TV; ignoro nombres de jugadores, técnicos y otros datos; ni idea tengo de resultados o historias futboleras. Jamás veo un partido por TV o asisto a un estadio.
Ignorante de fútbol, VIVO FELIZ, al no tener que pelear yo, ni nadie hacerlo conmigo, por defender o «atacar» a un equipo o club. Tampoco corro es riesgo de salir lesionado de un estadio, por la delincuencia que se forma por el resultado de un encuentro: agresiones tanto si gana o si pierde el club de los fanáticos.
Por lo tanto, el juicio citado, para mí es un prejuicio infundado, carente se base que lo sustente, falto de veracidad que lo avale; y ofensivo para quienes NOS SENTIMOS ORGULLOSOS de la falta de ciertos conocimientos, con los que se puede vivir felices y SIN COMPLEJOS, como es mi caso.
Estimado Carlos, gracias por tu comentario. Estoy sumamente de acuerdo, en la humanidad existen muchos y muchas personas que de la ignorancia hacen su vida y van de golpe a golpe en la vida.
En el caso del futbol, del cual yo tampoco soy seguidor y me considero un gran ignorante por mi propia decisión, tampoco doy mi opinión, no entro en conversaciones de este tema. Sería muy necio de intentar entrar en discusiones en este tópico.
Saludos,
Rafael