No amemos de palabra ni de lengua, sino de hecho y en verdad. 1 de Juan 3:18
Por estos días, me he dado cuenta que mi empeño por hablar de Cristo y difundir el amor y la esperanza que Jesús nos dejó, pasó a ser una pasión que me empuja a continuar en esto, a pesar de algunos críticas.
Algunos de mis amigos dicen que soy muy intenso y que les afecta mi carácter, me parece que esto es algo parecido a tener pasión. He leído varias veces y sin cansarme, el libro de Los Hechos de los Apóstoles, que habla principalmente de la pasión de Pablo por difundir el cristianismo en el antiguo mundo, quien recorrió sin cesar, Asia y Europa, fue insultado y duramente castigado por sus propios hermanos judíos. Después de cada paliza, volvía a lo suyo, predicar de Jesús resucitado en las propias sinagogas de los Judíos. También lo hizo en los atrios griegos, un pueblo pagano y muy liberal, y finalmente fue a Roma, hizo lo mismo y como en todos los sitios por él visitado, tuvo una gran cosecha de almas y miles de seguidores.
Así, hoy podemos ver, que gracias a Pablo, el cristianismo se diseminó por todos los rincones de la tierra hasta los días de hoy. ¿Fue Pablo un apasionado?, Yo afirmo que sí, según Séneca, dice: “Un hombre sin pasiones está tan cerca de la estupidez que sólo le falta abrir la boca para caer en ella.”.
¿Fue Pablo un hombre de carácter? Yo afirmo que sí. Fue el que predicaba en las sinagogas, a los fariseos, reyes e incluso a Cesar en Roma. Fue el quien con pasión y sabiduría se defendió contra los fariseos y sus persecutores.
¿Entonces toda pasión es buena? No lo creo, mas bien las pasiones son buenas cuando van en el sentido del amor, la esperanza de la humanidad. No creo que la pasión de Hitler u otras malas personas hayan sido buenas.
Querido amigo, si todos pudiéramos difundir el amor cristiano en este complicado mundo, quizás nuestra existencia sería mas grata. Recuerdo la película “Cadena de favores”. Aquí se plantea que si cada persona que recibe un favor, hace lo mismo a dos personas mas, y esta dos personas mas lo hacen también a dos mas, el amor y la gratitud se multiplicaría en modo geométrico, y la raza humana sería diferente.
Jesús nos dejó este mensaje de amor, y los primeros cristianos la difundieron, ahora nos corresponde a todos, transmitir las buenas nuevas a nuestro alrededor y vivir con alegría cristiana nuestros días en la tierra.
Así, te pregunto a ti mi buen amigo, ¿estas dispuesto a transmitir las buenas nuevas de amor y esperanza a tu alrededor?
Rafael Arriaza, es Chileno / Español, MBA en Economía por la U. Autónoma de Madrid y Empresario en Chile
