Porque vendrá el enemigo como río, mas el Espíritu Santo de Jehová,
levantara bandera contra el. Isaias 59: 19
Cuando gozamos de juventud, fuerzas y energías, no siempre aprovechamos la oportunidad para aprender las lecciones que la Vida nos presenta. Por lo general, cuando la experience llega, ya no contamos con el vigor para realizer tareas importantes.
Alabo al Señor porque, para el tiempo en que mi esposo apenas comenzaba su ministerio, me permitió comprender las grandes bendiciones que aguardan a aquellos que se dedican a su servicio. En aquel entonces vivíamos en una ciudad costera del estado de Tabasco, en Mexico. Se había organizado una vigilia, en la playa, un Sábado por la noche. Prácticamente todos los miembros del distrito estuvimos allá. AI día siguiente, viajábamos de regreso a la ciudad en la lancha de un hermano de la iglesia, con mis hijas y un grupo de niños. De pronto el cielo se nubló y comenzó a soplar un fuerte viento, la lluvia caía y las olas se agitaban peligrosamente. En union con los niños, comenzamos a cantar coritos.
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AI poco rato, notamos que una lancha se dirigía hacia nosotros a gran velocidad. Les dije a los niños que se inclinaran, y abracé a mis dos niñas, esperando Io peor. Cuando aquella embarcación llegó hasta donde estábamos, milagrosamente se elevó por los aires y pasó por encima de nosotros, sin causarnos daño alguno. Pensamos que había sido un accidente, pero con asombro vinos como aquella lancha daba la vuelta y se dirigía de nuevo a nuestro encuentro. Cuando estuvieron cerca, oímos a uno de los tripulantes gritar: «iPrepárense, que los vamos a matar!» Sin embargo, Dios realizó otro milagro, y el motor de aquella embarcación se apagó. Por mas que trataron, no pudieron hacer que arrancara de nuevo. iCon el Corazón lleno de gratitud, llegamos al templo para dar gracias a Dios por habernos salvado la Vida!
Quizás pensemos que la responsabilidad de predicar el evangelio es únicamente de los pastores y los dirigentes de la iglesia, pero recuerda que, si te integras a la obra del Señor, probablemente el enemigo trataré de impedir también tu labor.
Hermana, aférrate a la promesa que encontramos en el texto de este día y saldrás victoriosa, porque: «vendrá el enemigo como rio, mas el Espíritu de Jehová levantará bandera contra el».
Extraído de Una Cita Especia, Adventista, Maria Cristina Ruiz Monje escribe desde México.
