Y acercándose Elías a todo el pueblo, dijo: ¿Hasta cuándo claudicaréis vosotros entre dos pensamientos? Si Jehová es Dios, seguidle; y si Baal, id en pos de él. Y el pueblo no respondió palabra. 1 Reyes 18:21
¿Conoces la historia de el profeta Elías? Ahora te la cuento.
Elías fue un profeta en el antiguo Israel, en el siglo IX AC, durante el reinado de ACAB. ACAB fue un mal rey, se corrompió él e hizo lo mismo con todo su pueblo, se caso con una mujer cananea, llamada Jezabel, quien llevó e impuso su creencia en dioses falsos, como Baal y Asera. Ella hizo perseguir y matar a todos los profetas y sacerdotes judíos y puso en su lugar los sacerdotes de Baal. Elías fue perseguido para matarlo y tuvo que huir a los montes.
Después de tres años de sequía, Elías enfrenta al rey Acab y le hace una apuesta; le dice que demuestre que quien es realmente el verdadero DIOS, para ello le dice que deben hacer un sacrificio para cada dios es decir, para Baal y otro para Jehová, cada uno deben levantar un altar poner un buey el altar y el fuego debe ser encendido solo por el dios de cada uno.
Se reunieron todo el pueblo y sacerdotes de Baal en el monte Carmelo, allí los sacerdotes clamaban a Baal para que prendiese el fuego sobre su altar y nada, así estuvieron horas y nada, Elías se burlaba de ellos y le decía que gritaran mas fuerte, los sacerdotes se cortaban con sus propios cuchillos, corría su sangres, pero nada. Finalmente, Elías convoca a todo el pueblo y levanta su altar, la leña el buey y pide por tres veces que viertan 4 cántaros de agua sobre el altar. Después de esto Elías clamo a Jehová, y cayó fuego del cielo que consumió el holocausto y todo, piedras y leña.
En mi larga vida de ya 68 años, he tenido la experiencia como cualquier mortal, de dudar de la bondad de Dios. Muchas veces recurrimos a objetos, personas o entes que le damos la importancia y lo valoramos como dioses, y esto nos conduce a caminos cuesta abajo que nunca sabemos dónde 
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Unos años atrás, me toco asistir a una persona con cáncer terminal, él abrazó la fe con desesperación y mucha esperanza, yo también, pero curiosamente su mujer no, pasaron los meses y finalmente murió, siempre me pregunto como hubiera sido el final de esta historia si su mujer hubiera actuado como su marido.
Querido amigo que me lees, no sé quien es tu dios, pero con mucho amor te digo, no permita falsos dioses en tu vida, abraza el verdadero DIOS, que acudirá a ti cuando lo necesites, El es un Dios vivo que te ama y sabe tus necesidades.
Rafael Arriaza, es Chileno / Español, MBA en Economía por la U. Autónoma de Madrid y Empresario en Chile.
