fbpx

MI MADRE MURIÓ EN MIS BRAZOS

«Ninguno de nosotros vive para sí y ninguno muere para sí. Si vivimos, para el Señor vivimos; y si morimos,para el Señor morimos. Así pues, sea que vivamos o que muramos, del Señor somos» (Romanos 14:7, 8). Sucedió la madrugada del 29 de junio de 1984. Yo había estado preparando hasta muy tarde un sermón … Leer más