Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, y no de mal para daros el fin que esperáis (Jeremías 29:11).
Por muchos años en mi vida me sentí muy deprimido, y era triste estar a mi lado. Los amigos que me conocieron en aquellos años me dicen que he cambiado.
Algunas veces, los cristianos creemos que lo único que las personas necesitan es más estudio de la Biblia y oración para superar la confusión y el dolor emocional. Pero, Dios respondió a mi pedido de auxilio enviándome a terapia con «Los Doce Pasos para la Recuperación».
El primer paso era admitir que mi vida se había vuelto ingobernable. Yo sabía que Dios estaba al mando, pero actuaba como si yo lo estuviera. Necesitaba creer que un Poder superior a mí misma podría restaurarme. Necesitaba poner mi voluntad y mi vida al cuidado de Dios. Ahora que no estaba tan a la defensiva, estaba libre para mirarme a mí mismo con honestidad.
Una vez que terminé de escribir un minucioso inventario, admití ante Dios, ante mi mí mismo y ante mi terapeuta la naturaleza exacta de mis defectos. Estaba enteramente dispuesto a dejar que Dios me liberase de mis defectos de carácter. Me di cuenta de que el egoísmo era la raíz de todos ellos. A medida que Dios me mostraba las áreas de mi egoísmo y comenzaba a librarme de ellas, yo me encargaba de los defectos específicos. Pedí a Dios que me ayudara a darme cuenta de todas aquellas personas a quienes habla ofendido y a estar dispuesto a reparar el daño que les causé. Cuando me di cuenta de qué bien se siente tener la conciencia tranquila, decidí continuar haciendo mi inventario personal, para que cuando me equivocara lo pudiera admitir inmediatamente. Ahora, la oración y la meditación mejoraron mi contacto consciente con Dios, pidiéndole solamente que me dejase conocer su voluntad y me concediera la fortaleza para cumplirla.
Como resultado de cumplir estos pasos en mi vida, obtuve un despertar espiritual. Me gusta compartir este mensaje con otros que todavía viven vidas deprimentes, y estoy decidido a practicar estos principios en todos mis asuntos. Trabajar con estos pasos en un grupo de apoyo hace que el proceso sea más simple y el progreso increíble.
¡Te deseo la vida de gozo y paz que encontré en esos pasos hacia Jesús!
Lana Fletcher