«Aquel, respondiendo, dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu Corazón, y con toda tu alma, y con todas tus Fuerzas, y con toda tu Mente; Y a tu prójimo Como a ti Mismo». Lucas 10:27
Estimado amigo, esta vez deseo hablarte del mejor amigo del hombre, este es como tú ya sabes, el perro, una historia que conmueve por su gran amor a su compañero.
A veces en la vida nos entramos en caminos peligrosos sin darnos cuenta, como le ocurrió a un par de amigos caninos en el hermoso video que vimos hace un tiempo, de un perro que salva a otro perro en la Costanera norte de nuestra ciudad.
¿Te ha pasado alguna vez que te encuentras en una situación muy peligrosa sin haberte dado cuenta?, esto ocurre a muchos que vivimos en la vorágine del día a día y no paramos a ver las consecuencias de nuestros pasos. En ese momento deseamos que Dios nos mande a alguien que nos pueda socorrer. Esto me hace pensar en dos situaciones, una, que cada momento de nuestras vidas debemos pedir al buen señor que guie nuestros pasos y nos quite de las autopistas peligrosas de la vida que nos pueden matar y la otra es la perspectiva del buen samaritano, ese que sin dudar intenta salvarnos poniendo en peligro su propia integridad. Que importante enseñanza nos deja este perrito que salva a su semejante. Nosotros que disponemos de la inteligencia y habilidades que Dios nos dio, muchas veces pasamos delante de nuestros semejantes sin parar un momento para auxiliar a nuestro prójimo.
En este día quisiera que meditaras en estos dos aspectos de nuestra vida, una, tu preparación diaria desde el momento que te despiertas cada mañana, agradecer al buen señor por este nuevo día y después pedirle a El que te dirija en tu diario caminar, así también agradecer por cada bendición que el Señor te da, es decir, tu alimentación y tu hogar, hasta el momento que vuelves a tu cama a descansar.
El otro aspecto, y muy importante es seguir el ejemplo de este hermoso perrito, o como nos lo dejó Jesús con el buen samaritano, auxiliar al caído, no importa el costo o el tiempo que requiera esto, sólo hazlo, algún días el buen Señor hará los mismo por ti. Nuestra agitada vida muchas veces no nos permite tener la empatía suficiente por nuestro prójimo, pero si nos esforzamos y caminamos con amor y honestidad cristiana por nuestra vida, lo podremos hacer, no basta con solo pedir, también es valioso dar.
Dios te bendiga y te guarde y cuide tus caminos, este es mi sincero deseo y oración en este mensaje de amor.
Rafael Arriaza, es Chileno / Español, MBA en Economía por la U. Autónoma de Madrid y Empresario en Chile
Las personas tienen que estar siempre dispuestos a ayudar a su prójimo ,ese es el mandamiento que nos dejo nuestro señor ,además el nos va a preguntar que fue lo que hicimos con lo que el nos dio ,no seamos egoístas ayudemos ,con lo que podamos ,no sólo el dinero puede servir ,nuestro tiempo ,escuchar al otro ,y así muchas cosas .
Es verdad, Ayudar a los demás, no se limita a una ayuda económica, también es muy importante asistir al caído, en lo físico y en el espíritu
Sin Dios no somos nada .
Milka: Muchas gracias por tu comentario, y lo que afirmas es una gran verdad