“Hijo mío, no te olvides de mi ley,
Y tu corazón guarde mis mandamientos;
Porque largura de días y años de vida
Y paz te aumentarán. Proverbios 3:1-2
Estaba caminando por una calle peatonal en Santiago, cuando de repente alguien me da golpecitos en mi espalda, me doy vuelta y veo una cara sonriente que me saluda, al principio no sabia quien era, cuando me dijo su nombre me acordé, Juan Manual, mi profesor de Ingles, de 30 años atrás. ¡Que sorpresa!. Su cara mas arrugada y su pelo cano, me impedía recordarlo, el no era así, era una persona joven y de fuerte.
Después de abrazarnos, comenzamos a hablar de nosotros, de nuestras familias e hijos, Juan Manuel, tenía una mirada un poco triste, en la conversación me dijo que la pandemia lo había aquejado y sintió que su vida tenia poco sentido, esto me preocupó y le hablé de las promesas de Dios, que la vida siempre tiene mucho sentido de la mano de Jesús y Dios siempre tiene un plan para cada uno de nosotros. Al llegar a casa busque entre las escrituras una respuesta.
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En mi experiencia creo firmemente que Dios nos ama tanto que nos da un plan de vida. El tiene para ti el mejor camino para seguir, si tienes dudas lee el libro de proverbios capítulo 3.
En nos dice en Proverbios 3 versículos: 1 al 8:
“Hijo mío, no te olvides de mi ley,
Y tu corazón guarde mis mandamientos;
Porque largura de días y años de vida
Y paz te aumentarán.
Nunca se aparten de ti la misericordia y la verdad;
Átalas a tu cuello,
Escríbelas en la tabla de tu corazón;
Y hallarás gracia y buena opinión
Ante los ojos de Dios y de los hombres.
Fíate de Jehová de todo tu corazón,
Y no te apoyes en tu propia prudencia.
Reconócelo en todos tus caminos,
Y él enderezará tus veredas.
No seas sabio en tu propia opinión;
Teme a Jehová, y apártate del mal;
Porque será medicina a tu cuerpo,
Y refrigerio para tus huesos”.
Hermano: ¿Confías tu en estas palabra?, si no confías, no harás caso a este mensaje, y el camino que elijas es inseguro y peligroso.
Si confías en el Señor, tendrás una vida segura, tendrás el respaldo del Señor, vivirás con alegría tu y los tuyos.
Muchas personas, al final de sus días, se preguntan, ¿Qué ha sido de mi vida?, y se encuentran vacíos, sin nada en que alegrarse.
El punto es, ¿podemos confiar en el Señor?. El Señor es quien maneja todo en nuestro mundo, es El quien maneja tu vida.
Espero, de todo mi corazón, que leas las promesas del Creador, que la grabes y las mantengas vivas dentro de ti. Los días son complicados y muchas veces difíciles, todos pasamos por momento duros y difíciles, pero también el Señor nos regala alegrías y felicidad,
Desde aquí, te envío grandes bendiciones, para ti y los tuyos.
Rafael Arriaza, es Chileno / Español, MBA en Economía por la U. Autónoma de Madrid y Empresario en Chile
