VALOR Y FE

Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes, porque Jehová tu Dios estará contigo en dondequiera que vayas. Josué 1:9

Al leer este versículo, me trae a mis recuerdos de los difíciles momento que he tenido que pasar en mis largos 73 años de vida, esto es, antes y después de haber abrasado mi creencia como Adventista, el buen Señor ya estaba a mi lado.

De pequeño, a mis 8 años mas o menos, estando en una playa, el mar me llevó hacia adentro, quizás a mas de 500 metros desde la costa, yo recuerdo que por mucho que braseaba y pedía ayuda, nadie ya me veía. Sin embargo, de repente apareció un buzo que andaba marisqueando, supongo, me cogió y poco a poco me volvió a la orilla, cuando me di vuelta para agradecer, no le vi, supongo que se fue de inmediato.

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Ya grande, me llevaron detenido con otro amigo, por estar fuera de casa de casa, en toque de queda, en mis vacaciones, esto fue en una conocida playa cerca de Santiago. Por la mañana, después de estar toda la noche detenido con numerosos vecinos del lugar, los militares se dedicaron a hostigar a los niños y jóvenes, yo sin pensarlo, les reclamé por el abuso, esto les bastó para centrarse en mi, me golpearon y en medio de la golpiza, como yo no paraba de acusarles, me llevaron a un lado y me pusieron un arma en mi boca, en eso aparece un superior y los detuvo. Otra vez me salvó mi buen Señor.

Ya en mi adultez, he tenido grave enfermedades, me enfermé de mi columna, no podía caminar y estuve con terribles dolores, por fin encontré un medico que me pudo operar y recuperar. Así también al poco tiempo tuve un edema pulmonar y a los 3 años posteriores otro edema cerebral, con la ayuda de Dios, me libré de estas enfermedades mortales sin ninguna lesión posterior. Por supuesto, también he pasado por falta de trabajo, dificultades financieras y mas, pero nunca me faltó la mano de Jesús.

Entonces me pregunto, ¿Tengo motivos para confiar el en Señor?, el nos dice: “esfuérzate y se valiente”, SI, sin esfuerzo y sin coraje, no se puede salir adelante, cuando digo “valiente” quiero decir con FE.

En los difíciles momento que nos toca vivir, es muy importante el esfuerzo y la fe, y creo firmemente, que la única maneras de tener valor y fe, es con la oración en todo momento, David es un ejemplo de valor y fe. El luchó contra Goliat y ganó, el luchó contra el rey Saul y ganó, luchó contra las amenazas de otros pueblos y salió victorioso. 

David escribió estos hermosos versículos del Salmo 91: 1-3
«El que habita al abrigo del Altísimo
Morará bajo la sombra del Omnipotente.
Diré yo a Jehová: Esperanza mía, y castillo mío;
Mi Dios, en quien confiaré.
El te librará del lazo del cazador,
De la peste destructora».

Así querido amigo, confía en Dios, lee las escrituras y ora en todo momento, Dios te escuchará y te asistira en tus dificultades.

Rafael Arriaza, es Chileno / Español, MBA en Economía por la U. Autónoma de Madrid y Empresario en Chile